Cómo hacer buñuelos de Cuaresma (bonos, dulces, tradicionales)
Cómo hacer buñuelos de Cuaresma (bonos, dulces, tradicionales)

Cómo hacer buñuelos de Cuaresma (buenos, dulces, tradicionales)

Una receta sencilla y deliciosa, la de los buñuelos de Cuaresma que no tienen que faltar a tabla durante todo el tiempo previo a Pascua

A pesar de que el advenimiento de la Cuaresma parezca una cosa aburrida y tediosa, asociada a la vieja de las siete piernas, la abstinencia y el comportamiento después del Carnaval, a tabla los cuarenta días de cuenta atrás hasta Pascua (y la mona, ya se acerca!) comporta añadidos ressenyables.

Los buñuelos de Cuaresma son muy fáciles de hacer y es de aquellas recetas que seguramente nunca quedarán tan buenas como la pastelería o cómo las de la abuela… pero es casi imposible que no te queden deliciosas a tú. Repostería fácil de autoestima para todo tipo de cocineros.

Ingredientes:

  • 125 ml de leche, 75 g de harina, 60 g de mantequilla, 3 huevos, sal, óleo y azúcar.

Elaboración:

  • Esta receta lo tendréis que hacer con la colaboración de una persona adulta.
  • El primero que tenemos que hacer es posar la leche y la mantequilla en un bote, y añadir un poco de sal.
  • Vamos removiendo y comprobamos que la mantequilla se está deshaciendo.
  • Cuando la leche arranque lo hierve, añadimos la harina tamisada y lo dejamos cocer.
  • Tendremos que remover continuamente la mezcla hasta que esta vaya quedando cómo una pasta homogénea.
  • Cuando vemos que la demasiado se empieza a desenganchar de las paredes del bote, lo retiramos del fuego y empezamos a añadir los huevos (es mejor hacerlo uno por uno: echamos un huevo entero y removemos bien hasta que quede muy absorbido por la demasiada.
  • Vamos repitiendo esta operación con el otros huevos).
  • Habremos obtenido una demasiada muy homogénea y consistente. Preparamos una paella con óleo y lo posamos a calentar.
  • Cuando esté el óleo caliente, añadimos pequeñas partes de pasta (no demasiado gordas). Veréis que los buñuelos se van hinchando.
  • Cuando estén muy dorados los vamos retirando de la paella, colocándolos en un plato donde habremos posado papel secante o de cocina, para que pierdan el óleo.
  • Todavía calientes, los echamos azúcar por sobre y los dejamos enfriar.
  • Ya veréis cómo os lameréis los dedos.

Comentarios