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Cugat Comas

El turrón de autor de Uñó de este año, delicioso y explosivo

Claudi Uñó plasma en galleta Spéculoos, Estalla-zetas y barquillos la obra de Enric Punsola hecho con pólvora

Si el turrón de autor de Pastelería Uñó siempre suele ser una de las bombas de la Navidad mataroní, este año tiene el carácter explosivo remarcado doblemente. Ya no es con solo que sea buenísimo cómo es marca de la casa, es que además es obra de Enric Punsola que siempre trabaja con pólvora y la propuesta gastronómica incorpora Peta-Zetas, el sidral que chasquea cuando te lo tomas. El resultado es sensacional.

El turrón de autor de este año es un praliné de avellanas con galleta de especies y crujiente de Peta-Zetas, barquillos y arroz hinchado. Reproduce exactamente la obra de Enric Punsola que fiel a su estilo carismático la trabajó con pólvora. La ecuación no podía ser más simple: de la quema explosiva de la pólvora al chasquido del peta-zetas, la textura del barquillo y las especies de la conocida galleta Spéculoos, un elemento muy navideño también. El turrón ya está a la venta a Pastelería Uñó, junto con toda la gamma de turrones y dulces navideños como por ejemplo el galet incluido dentro de la campaña temática de este año.

Primer pla del Torró d'autor d'Uñó. Foto. R. Gallofré

Primer plan del Turrón de autor de Uñó. Foto. R. Gallofré

 

De la pólvora a la receta

La Destil·leria acogió el viernes 2 la presentación del turrón de autor de Uñó. Enric Punsola explicó que le había hecho mucha ilusión recibir el encargo y que "cómo siempre he disfrutado mucho del proceso. Trabajar explosionando las piezas con la pólvora tiene mucha tradición no solo con las tradiciones y las fiestas sino también con la propia cocina, donde el fuego es un elemento transformador y no destructor: quemando, la materia acontece otra materia y así haciendo estallar la pòlvora surge también la obra".

Claudi Uñó ha querido los chasquidos de la pólvora en un turrón que "primero al comerlo hace unas cosas a la boca y después a la tragar hace más", explicó. Jugó con la conocida Spéculoos porque "tiene hasta siete especies y le da carácter" y aclaró que de barquillo "siempre tiene que haber, porque hace Navidad y textura crujiente".

El resultado es un turrón que gustará, que gustará mucho. Goloso, sorprendiendo y especial. Uno más por colección de arte gastronómico de cada Navidad con el sello Uñó.

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