La cereza de en Roca, uno de los productos estrella del Maresme
La cereza de en Roca, uno de los productos estrella del Maresme

Productos de temporada: las 5 joyas del Maresme

La fresa, el guisante, la judía del ganxet, la cereza d'en Roca y el tomate de pometa, los productos estrella de nuestra huerta

"¿De dónde es ésta, que es del Maresme?" ¿Cuántas veces ésta ha sido la pregunta que hemos oido de compradoras sabias cuando eligen su género en la plaza, en los mercados o en las tiendas? Se plantan ante determinadas frutas, verduras o legumbres, las examinan. Mucha gente pregunta si es de la comarca porque saben que esto es sinónimo de calidad. Y no les falta razón.

El Maresme es una tierra privilegiada en muchos aspectos y es probable que en la horticultura sea uno de los ámbitos donde se despunta más. La bonanza climática, la calidad de la tierra, aquel bajar de la sierra al mar dan a la comarca unos condicionantes que definen sus productos de temporada más esperados. La corona de la comarca tiene cinco joyas que irradían su tiempo y que permiten la respuesta satisfecha de comerciantes y labradores a la pregunta del millón: "¿Qué es del Maresme?" repite quién compra. "Pues claro". Y la compra es un acierto seguro.

Cuáles son las 5 joyas del Maresme?

La fresa del Maresme o de la Vallalta

La maduixa del Maresme

La fresa del Maresme

Inconfundible, nada que ver con sus competidoras, merece la pena saberla identificar porque no nos hagan pasar gato por liebre. La fresa o fresón tiene un color rojo intenso con unos puntos amarillentos. Es carnosa, más dulce y ante todo -aquí una pista- se lo husmea de forma intensa. Es un icono de la comarca, por ella se nos conoce afuera.

¿Cuando es la temporada? ¡Ay las! Qué pregunta. Lo cierto es que en tiempo de invernaderos podemos encontrarlas prácticamente en cualquier fecha pero el tiempo que le es propio, cuando la notaremos mejor, va de marzo -la más temprana- a agosto, cuando merece la pena estar atentos porque fuera de la nevera no nos durarán . Suela, combinada, de ingrediente. No hay una fresa como la del Maresme.

El guisante garrofal o de Llavaneres

Una imatge d’un cultiu de pèsols a Sant Andreu de Llavaneres.

Una imagen de un cultivo de guisantes en Sant Andreu de Llavaneres

Atención a la gente -que la hay, hay gente para todo- que siempre tiene a punto la sentencia de "a mí no me gustan los guisantes". Les podéis responder que no han probado, todavía, el que es propio de la comarca y del cual Llavaneres, Caldetes y Sant Vicenç de Montalt pueden xulear de tener el mejor. Estamos hablando de un guisante más dulce que cualquier otro, mucho más intenso de gusto. Por algún motivo se la ha llamado "la perla verde del Maresme".

Aquí merece la pena prestar atención a la temporada. Lo encontraremos de febrero a mayo, pero en su tramo final puede tener más piel que a inicios de año. Se siembra en octubre y crece durante el invierno suave que caracteriza el Maresme.

La judía de la aguja del ganxet

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La judía del ganxet, la judía por excelencia

Llegamos a la latitud de las legumbres, donde también tenemos trabajo. Y también será importante escoger bien el producto de casa y veremos como mejora cualquiera de los platos que cocinamos. Estamos ante una legumbre blanca, plana y seca que tiene forma de gancho y, otra vez, más cremosa que otros tipos de judía. Parece que el Maresme amorosea los tactos. ¿Cuántas tipologías de judía hay en el Maresme? Aquí sí que es mejor dejarnos inducir o aconsejar porque sin un ojo clínico alguno nos puede pasar por alto. Hay la judía de la neu, de la floreta, del sastre, del bitxo, del ganxet -la más apreciada-, del genoll de crist, el menut ull ros i el del carai.

De gusto, la judía del ganxet del Maresme, le notaremos la suavidad, la fineza. Es una señora judía que, justo es decir, compartimos en formato de Denominación de Origen Protegida con los dos valleses. Atención a los obsesionados de regímenes y componentes calóricos porque estamos ante un alimento muy recomendado por su aportación vitamínica y proteica. De noviembre a marzo lo podemos encontrar.

La cereza d'en Roca

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Las cerezas de en Roca, buscadíssimes

Todo el mundo de pie ante una variedad de cereza por la cual están que trinan compradores en todo el mundo. Arenys de Munt está en el mapa del mundo por muchos motivos pero ninguno tiene el prestigio de esta cereza introducida por los hermanos Roca a finales del siglo XIX a partir de un esqueje del Empordà injertado en uno de bordo.

La cereza d'en Roca es un producto que se aprecia por su carne consistente, dulzura y piel rojiza. Uno no puede decir que sea un auténtico devoto de las cerezas hasta que no se ha enamorado de esta variedad y, ciertamente, se corre el riesgo de minusvalorar a partir de aquel momento las que no son de Arenys. Muy importante: para añadir elementos de exclusividad, la encontraremos en junio y el julio. Y van más que buscadas.

Tomate de pometa

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Una variedad que estuvo a punto de perderse

El mundo del tomate valdría por unos cuántos artículos o unas cuántas enciclopedias. Y en el Maresme encontramos una especialidad propia que, también se tiene que decir, se hace esperar en el tiempo respecto de otros. Hasta entrado el mes de julio no lo encontraremos en plaza y a finales de septiembre empezará a escasear.

Al contrario de otras especialidades -y quizás por eso hay gente que precisamente no es demasiado fanática- el tomate de pometa tiene la peculiaridad de no ser nada ácido. Cuando está maduro presenta un color rojo intenso sin manchas ni surcos que parece que no pueda ser. Su forma -de pometa- es también característica pero no nos tiene que inducir a engaño. Vale la pena preguntar al labrador o vendedor porque hay variedad híbridas que se le pueden asemejar pero no serán iguales. El pometa estuvo a punto de desaparecer pero parece haber ganado peso. Por cierto, maduro es inigualable para hacer un gazpacho con denominación de origen maresmense.

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