La Cocina del Cielo, templo de los vegetarianos de Mataró. Foto: Cedida
La Cocina del Cielo, templo de los vegetarianos de Mataró. Foto: Cedida

Los dos templos de los vegetarianos de Mataró

El restaurante La Cuina del Cel y el supermercado ecológico El Pi, con más de 25 años de trayectoria, continúan siendo referencia para los vegetarianos de Mataró

Para una ciudad de 130.000 habitantes, Mataró presenta una oferta todavía demasiado reducida en materia de restaurantes y establecimientos especializados para vegetarianos y vegans. A pesar de que han ido apareciendo otras opciones como por ejemplo El Jardí, dos de las principales referencias para este colectivo a la capital del Maresme siguen siendo las mismas que más de 20 años atrás. El restaurante La Cuina del Ciel y el supermercado ecológico El Pi , inaugurados en 1996 y 1994 respectivamente, fueron auténticos pioneros y hoy continúan como faros para las personas que apuestan no tan sólo para dejar de banda los productos de origen animal, sino por una alimentación más saludable, consciente y sostenible, con un mismo y con el entorno.

Botiga El Pí Supermercat Ecològic vegà

Entrada del supermercado ecológico El Pino, a la calle de Cuba. Foto: R. Gallofré

La oferta de este tipo de establecimientos en Mataró y el Maresme todavía es reducida

"Es verdad que la oferta para vegetarianos y vegans es muy pequeña para una ciudad como la nuestra" explica Alexandra Romero, la actual propietaria de La Cuina del Cel. "Yo creo que se debe de a que todavía carece un poco de pedagogía sobre el tema, que la gente esté más informada sobre cómo de bien se puede comer con estos tipos de cocina y de productos", añade. Desde El Pi , Maria Gómez destaca que el producto vegetariano y ecológico "parece tener un mercado cada vez más grande, pero a la hora de la verdad no es fácil como negocio: el consumidor es muy exigente, los precios no siempre son económicos y cada vez hay más competencia de las grandes superficies que se abren en el sector", constata.

La Cocina del Cielo: comer saludable, pero también divertido y delicioso

El año 1996 abría puertas el primer restaurante vegetariano de Mataró, en la calle Sant Francesc de Asís. La Cuina del Celes su nombre, pero para muchos sigue siendo "el vegetariano" de la ciudad, un auténtico referente en este ámbito. Las fundadoras, la Mercè y la Núria, plegaron velas en 2018 y ofrecieron tomar el relevo a una de sus trabajadoras, Alexandra Romero. "Me lo pensé bastante pero la ilusión acabó ganando", explica. El cambio no ha resultado nada traumático; al contrario, La Cuina del Cel se mantiene como un restaurante muy popular en Mataró, donde la reserva previa es norma. "Con las limitaciones motivadas por la pandemia nos vemos obligados a decir no a mucha gente", explican desde el establecimiento.

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Una comida a La Cuina del Cel. Foto: Cedida

"Para convencer la gente no basta con decir que este tipo de comer es saludable"

Cuál es el secreto de un restaurante como La Cuina del Cel? Hacer que sus propuestas vegetarianas y veganes sean saludables, y a la vez deliciosas. "A la hora de promocionar la gastronomía de este tipo, no hay bastante diciendo que es sana, porque a quien tenemos que convencer es a nuestros sentidos y al paladar: también tiene que ser divertida, los platos tienen que ser creativos y sabrosos, comérselos tiene que ser una fiesta, una celebración, que por eso vamos a un restaurante", resuelve Romero. Cómo lo consiguen? Treient todo el provecho de los productos de la tierra para ofrecer una cocina de proximidad, sabrosa y atractiva, sin miedo a las hierbas y las especies ni a hacer maridajes atrevidos o fusiones con tradiciones culinarias de todo el mundo.

Todo ello, sin usar alternativas procesadas. "En este mundo todavía hay un cierto acomplexament: cómo que no tenemos carne ni pescado, hay que ofrecer algo que se asemeje, pero nosotros no queremos estos sucedáneos artificiales: los productos de la tierra como la verdura, los cereales o las legumbres ya ofrecen muchísima proteína vegetal", resuelven desde La Cuina del Cel.

El Pi: pioneros en producto ecológico

No se puede definir el Supermercado El Pi como un establecimiento estrictamente vegano o vegetariano. Cuando abrió, ahora hace 27 años, lo hizo con el producto ecológico por bandera, y contaba con carnicería. "Con el tiempo hemos ido evolucionando orientándonos al que nos pedía nuestra clientela", explica Maria Gómez, hija de los promotores de la tienda. Esto ha implicado que a día de hoy, dejando de banda algún producto envasado y en conserva como por ejemplo atún o lácteos, la inmensa mayoría de la oferta de El Pi sea vegana. El supermercado es un paraíso por aquellas personas que renuncian a los productos de origen animal. "Disponemos de mucho repertorio, El Pi es el lugar que mucha gente tiene en mente cuando busca algo muy específico", explica Gómez.

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El supermercado ecológico El Pi abrió puertas en 1994, un pionero en el ámbito. Foto: R. G.

El Pino es ideal para explorar nuevos productos y tendencias alimentarias

La tienda de la calle de Cuba es también un espacio donde explorar nuevas tendencias gastronómicas, con productos hoy desconocidos por la mayoría que quizás mañana serán totalmente 'trendies'. Cómo pasó, por ejemplo, con las entonces de xia, que los propietarios del supermercado introdujeron tímidamente hace años después del consejo de una clienta y que hoy son uno de los "superalimentos" más codiciados en todo el mundo. El binomio ecológico y de calidad acostumbra a comportar precios no precisamente económicos, sobre todo si se añade la variante, asociada a los dos primeros conceptos, de la proximidad. "Tenemos que tener en cuenta la calidad del producto y todo el proceso de producción que comporta", destacan. El supermercado, en todo caso, siempre incluye ofertas atractivas y al alcance de todos los bolsillos.

Cuidar de la salud personal... y la del planeta

El producto de proximidad, el comercio justo y la producción sostenible también son clave

Detrás de las dietas veganes y vegetarianas, y de la apuesta por los productos ecológicos con garantías de origen y procesos productivos, hay mucho más que el rechazo a comer carne o pescado. "Tenemos un porcentaje elevado de clientes que no lo son , de vegetarianos, pero que, como cada vez más gente, han tomado conciencia que la cocina tiene que ser saludable y sostenible, y que nuestra dieta afecta no tan sólo nuestra salud, sino la del planeta tierra", destaca Alexandra Romero desde de La Cuina del Cel (la propia Romero afirma que no es estrictamente vegetariana). La alimentación tiene un impacto muy importante que va más allá de nuestros cuerpos, algo que se ha puesto mucho al centro del debate urgente sobre la sostenibilidad. De aquí proviene la reducción notoria en los últimos años de la ingesta de proteína animal que comporta que mucha gente esté adoptando, de forma más o menos consciente, hábitos "flexitarians" (regímenes vegetarianos que incluyen el consumo ocasional de carne o pescado).

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Una de las propuestas de La Cocina del Cielo

Consumir este tipo de productos implica, por lo tanto, una preocupación directa por todo su proceso de producción, algo que a la fuerza tiene que incluir aquellos que los crean. Un vínculo directo con la idea de comercio justo, donde el productor recibe directamente los beneficios que le corresponden por su trabajo. "En todo el proceso se tiene que garantizar que los pasos en la cadena que va del fabricante al consumidor son justos para todas las partes", explican desde El Pi. En este proceso en busca de la sostenibilidad entran en juego otros elementos como por ejemplo eliminar la presencia de plásticos en el empaquetado de los productos, apostando más por el cartón o bien directamente por el granel, algo que también comporta un cambio de hábitos en el cliente a quien se pide que traiga su propio envase. Cambios que se van imponiendo, y que se alinean con la concepción más ética y respetuosa con el medio ambiente que rodea todos estos productos.

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