La uva y el queso saben a beso

"Las uvas y el queso saben a beso" es un dicho realmente invencible.  La combinación del queso y la uva tiene una serie de connotaciones que contribuyen a confiarle capacidades amorosas. Ya no es solo este "gusto de beso" que recoge el dicho en castellano, la cosa o la fe va más allá. Otro día ya hablaremos de qué ingredientes o tecs son más propicios al acto íntimo de compartirlos y hacer postres carnales (que no càrnics). Pero de momento sí que se puede decir que de la uva y del queso, de su combinación, hay literatura escrita y teorías de todos los colores. Según quien incluso es capaz de adivinar capacidades afrodisíacas. Esto, cómo todo… siempre acaba dependiendo otros factores.

Una fruta fresca y de temporada, ahora que es el tiempo y el queso, en toda su variedad. El matrimonio hace evidente aquello que de dos cosas buenas nunca puede salir un mal resultado. Pero el hechizo de uno y otro juntos tiene algo que, realmente, tiene que pertenecer al ámbito de las relaciones fogoses. Al atajo de la gastronomía a los placeres mundanos.

Una buena uva

Vamos a los dos elementos. Por un lado, la uva. Es de agradecer que sea del bono. Ahora que es tiempo de vendimia, que sea de variedad dulce. De parra, mejor. No tiene porque ser moscatel, que a veces compramos de oídos y el nombre nos suena. Llastimosament la uva es una de las frutas que demasiadas veces comemos sin exigencia, uno de cualquiera. Hay uvas que parecen hechos de cartón y que lo asociamos a Fin de año es un mal negocio porque el de entonces es más bien de pedir perdón.

La uva es cómo la estimarse, cada cual se escoge qué y cómo se lo come. Hay desde imitadores de bacus que toman los grandes con lascivitat o los que se lo pelan con escrupolositat. Quién se lo come talladet, quien parece que quiera hacer virutas. Quién lo marina, quién lo acompaña. Todos y cada uno de las uvas que se preparan y presentan en este mundo tienen un queso esperándolos para hacerse estimar. Parando la nalga para consumar.

Y un queso… a disponer

Y ahora viene cuando lo matan. Qué queso con la uva? Si nos hiciéramos los milhomes entendidos diríamos que quizás uno de seco se adiu especialmente. Pero no hay que ser llepafils. Nos podemos envolver en la francofonía formatgística, por ejemplo. Si hay un país que enseñe muslo con los lácteos son los gavatxos. Un Chaumes, por ejemplo. Con uva de garnatxa es un espectáculo. Podemos tener a cremosos o más aromáticos, de quesos. O confiar en la oveja y sus matices. El mejor, si puedes, es probar y probar e ir buscando la pareja más indicada. Si vas fuerte de bolsillos, diferentes uvas y diferentes quesos. Y a copular ingredientes.

Quede como nota, pero daría para escribir bastante más. Ni uno ni el otro, ni queso ni uva, creen en la monogamia. Vino, higos, pan. Un mujer-me mujer-me para todo el mundo...