Capgròs
El coco a diferencia del que se suele pensar no es una fruta, sino unos frutos secos, seguramente la más grande de todas. Su nombre proviene de Portugal, donde un marinero comparó los tres agujeros superiores del caparazón con un personaje fantasmagórico existente a su país, un monstruo llamado Côco o Coca. Seguramente muchos coméis más bien poco, normalmente por la Feria de Mataró, pero sería bueno que el tinguessiu en cuenta porque aporta mucho a vuestro cuerpo. Os lo explicamos.
El origen del fruto, sin embargo, viene de mucho más lejos, puesto que se sitúa en la zona del Pacífico, concretamente en el Pacífico Sur, al área de Papúa Nueva Guinea. El coco es un alimento muy versátil, del cual se puede aprovechar absolutamente todo. La corteza sirve para hacer madera y con ella fabricar muebles, instrumentos musicales y todo tipo de accesorios. Incluso se construyen con ella en muchos países los tejados de las casas.
Su óleo también es muy utilizado, tanto en la gastronomía cómo en la cosmética. En la medicina se ha usado ya (al menos que se tenga constancia) desde el año 1500 aC. Y se ha descubierto que la piel del coco es un potente repelente de mosquitos.
Las propiedades que aporta el coco a nuestro organismo, son múltiples:
- Es beneficioso para prevenir dolencias degenerativas.
- Es refrescante y tiene un efecto saciant.
- El coco es apto para las personas con intolerancias al gluten y a la lactosa.
- Tiene propiedades antibacterianes, por el que se usa para tratar muchas afecciones como problemas de bronquitis, quemaduras, constipados, cálculos renales, gingivitis, etc.
- Ayuda al crecimiento del cabello, a la vez que lo hidrata.
- Es bueno para el coro.
- Posee muchos antioxidantes, así como una infinidad de minerales y vitaminas.
- y reduce el colesterol.
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