Todos los secretos de la Sacher: ¿por qué es tan bueno?

En el momento de los postres de las comidas navideñas, cuando salen los dulces, podemos tener dos actitudes diferentes: comer a bocados sin darle mucha importancia o elegir muy bien, probar y disfrutar. Si después de las comidas copiosas queremos solo lo más selecto, si a la hora de elegir un regalo para llevar a casa de otros o un detalle para tener en familia queremos asegurarnos de que triunfaremos, lo mejor es ponerse en manos de Sacher.

Ni Sacher ni su maestro pastelero, Antoni Pons, necesitan muchas presentaciones en Mataró. Hace años que su obrador se ha convertido en un laboratorio artesanal donde solo funciona una idea: la búsqueda del mejor producto y solo sale un resultado: los mejores dulces de Navidad que puedas encontrar en la zona. Ya sean panettones, turrones, neulas, polvorones, galletas... Sacher es sinónimo del mejor producto. Y Capgròs te cuenta por qué.

Buscando siempre lo mejor

Si el célebre Willy Wonka fuera un personaje de carne y hueso y no una ficción, nos lo podríamos imaginar como Antoni Pons con una diferencia evidente: en Sacher no hay magia, sino mucho, muchísimo trabajo detrás de cada una de sus elaboraciones. Pons lidera un equipo que encara cada Navidad como una especie de reto o una reválida. Nos explica que "nunca me doy por satisfecho, siempre procuro formarme, innovar, mejorar procesos. Escucho mucho a la gente y tomo apuntes para ir mejorando las recetas. En un mundo como la pastelería, debes hacerte tu identidad y la mía siempre es buscar mejorar: ensayo, error, ensayo, error hasta que llegas a donde quieres", nos cuenta.

En Sacher, detrás de cada turrón, de cada dulce, de cada elaboración hay un estricto y exhaustivo proceso de selección de las mejores materias primas, una apuesta por los procesos naturales, maquinaria puntera a nivel de mercado y un directorio de recetas y fórmulas que Pons va perfeccionando y mejorando. Dentro del obrador se trabaja a gran intensidad, especialmente cuando se acerca la Navidad y hasta Reyes, con su rosca. Es todo un espectáculo y en cada rincón, cada elaboración, cada producto tiene su secreto, su toque, su razón.

Siempre buscando lo mejor

Antoni Pons está encima de cada ingrediente para asegurar que la fórmula del éxito resplandezca en cada bocado de quien confía en la Sacher. No se queda quieto; antes de la campaña estuvo en Jijona para aprender sobre el turrón homónimo de la misma manera que ha importado con fidelidad el panettone italiano artesanal. Explica que, por ejemplo, ha adquirido maquinaria que le permite dominar perfectamente el praliné. "Decido el nivel de azúcar, su granulosidad, y eso es clave a la hora de aplicarlo".

Sacher trabaja con materia prima conocida, probada y avalada. "Trabajamos aquí desde cero con la almendra marcona, por ejemplo. Nosotros escogemos cómo debe ser su grano, el punto de tostado, la humedad de la harina. Buscamos aprovechar todo su sabor, todos sus aceites". En el yema, uno de los que los paladares distinguidos exigen más excelencia, en Sacher lo hacen perfecto. "Refinamos nosotros la almendra, trabajamos desde cero y conocemos las materias y buscamos potenciar al máximo los aromas". Un elemento clave, tanto para los turrones como para el panettone, es el dominio de las vainillas y las mieles: "Las dejamos reposar para que saquen sus enzimas naturales y potenciar mucho su sabor. Por ejemplo, la vainilla del panettone es muy fresca y aceitosa".

En Sacher nada es aleatorio, todo lo contrario: es un mecanismo perfecto que va funcionando artesanalmente.

• Las galletas de Navidad, con el toque de jengibre, son una de las novedades de este año.
• Como en los últimos años, de turrones, además de los de gustos habituales, suma los viajeros.

"El panettone de este año sí que es el que quería"

El producto navideño que mejor puede ejemplificar esta manera de ser y de trabajar es, seguramente, el panettone. El de Sacher es el de más renombre en la comarca. Pons no ha parado de idearlo hasta llegar al de este año. "El panettone lo hemos ido evolucionando y este año hemos hecho el salto que yo quería que hiciera, estoy muy satisfecho. El de este año sí que es el que quería: por el volumen, por el equilibrio y la esponjosidad", explica. Ha llegado a este punto haciendo cursos, aprendiendo de artesanos italianos, buscando, probando y siendo siempre estrictamente respetuoso con todos los pasos y procesos que exige el dulce italiano por antonomasia.

Ha apostado por tener maquinaria puntera que le permite elaborarlos en series de más de 200 y, por lo tanto, poder siempre servir el producto fresco, de menos de una semana entre el horneado y el espectáculo que es siempre comerlo en la mesa.

• La clientela de Sacher lo sabe y seguramente volverá a hacer cola para conseguirlo.
• Con los panettones, como con el resto, siempre se recomienda encargar.

Los gustos de panettone de este año serán de frutas, de chocolate, de gianduja y de chocolate blanco con pistacho.

Pastelería Sacher

• Dirección: Calle de Sant Benet, 14 - Mataró
• Teléfono: 937 57 44 96