Las sonatas del mataroní Luis Mison cierran la Semana de Música Antigua

La 41a edición de la Semana de Música Antigua llega este fin de semana a su recta final, con dos propuestas muy interesantes.

En primer lugar, viernes 24 por la noche, la Basílica de Santa Maria será el escenario del concierto 'Antes y después de Bach'. El organista Juan de la Rubia propone un viaje musical que atraviesa épocas y estilos, todo gracias a la expresividad del órgano Gaietà Estadella, restaurado por Gabriel Blancafort, una joya de la orgueneria catalana.

Viernes 24, a las 21h a la Basílica de Santa Maria, concierto de Juan de la Rubia. Precio: 6 €

El programa es un testimonio a la riqueza musical que nos ha precedido y nos acompaña hoy. Sin la música de Georg Böhm, seguramente Bach no habría sido el compositor que hoy conocemos; es por eso que este programa le cede un espacio muy importante, donde podremos escuchar su 'Preludio, fuga y postludi en sol menor', que nos invita a explorar una paleta de sueños y texturas sorprendentemente atemporal.

Cerrará la Semana , el concierto 'Las sonatas sevillanas de Luis Misón (1727-1766)', en el que se podrán sentir por primera vez estas sonatas para flauta del compositor nacido a Mataró Luis Misón (1727-1766). La interpretación irá a cargo de Rafel Ruibérriz de Torres, flauta, Isabel Gómez Serranillos, violonchelo, y Santiago Sampedro, clavecí.

Sábado 25, a las 21h a la Capilla de los Dolores de la Basílica de Santa Maria, concierto 'Las sonatas de Luis Misón'. Precio: 12 €

El 2021, fruto de la casualidad, fueron encontradas al archivo particular del Palacio de la Condesa de Lebrija de Sevilla, cinco sonatas inéditas para flauta larguero y bajo continuo, escritas por el compositor mataroní Luis Misón (1727-1766). Al Instituto Complutense de Ciencias Musicales, el sevillano Juan Miguel Illán ha realizado una edición crítica publicada recientemente.

Este hallazgo es de gran relevancia no solo para tratarse de Luis Misón, considerado "el padre" de la tonadilla escénica y, quizás, el mejor de los flautistas españoles de su época, sino también porque supone una aportación importantísima al repertorio de música de cámara y, más concretamente, al repertorio flautístic del siglo XVIII, cosa que posa de manifiesto la necesidad de posar en valor esta música que ha sido callada durante siglos.

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