Concert de Sant Pere
Concert de Sant Pere

San Pedro: una verbena para reivindicar el carácter pescador de Llavaneres

Cada 28 de junio el barrio de Can Sanç y la ermita de Sant Pere celebran la fiesta propia del Sant Andreu que mira más a mar

La celebración de la verbena de Sant Pere, lógicamente eclipsada por la importancia de la de San Juan que la precede cinco días antes, había llegado a decaer y dejarse de hacer a Sant Andreu de Llavaneres pero en el decurso de la última década se ha recuperado, se cuida y puede crecer. Llavaneres celebra Sant Pere y lo hace haciendo oscilar la atención hacia el barrio de bajo, el de Can Sanç o directamente de Sant Pere por la ermita que hay. Es el 28 de junio cada año, estalle quién estalle y caiga en el día que caiga, que el vecindario y todos los llavanerencs que se quieran sumar hacen una celebración sencilla pero sentida que tiene todo el sentido de este mundo en una localidad que no quiere ni tiene que olvidar la herencia de mar y su historia vinculada al oficio de pescador.

Cada 28 de junio se celebra, sin denominarlo así porque no hace ninguna falta, el día pescador de Sant Andreu de Llavaneres. Sant Pere hace concentrar la actividad y un sencillo programa de actas alrededor de la ermita del santo. El barrio marinero de Llavaneres es el de Can Sanç, bien al lado de la estación de la Renfe, abajo de todo del pueblo y dónde todavía se conserva alguna de las casas de pescadores que formaron por primera vez esta calle.

A tocar de la riera, se encuentra esta capilla, de la cual ya tenemos constancia en documentos del siglo XIV. El edificio, pero, ha sufrido varios cambios: antiguamente era al costado este de la riera de Llavaneres, arriba de un pequeño cerro; al suyo cercando había pequeñas habitaciones llamadas tiendas que la parroquia alquilaba a los pescadores, los cuales entonces vivían arriba del pueblo, para guardar los enseres de la pesca. El 1917, se construyó una pequeña capilla a la otro lado de la riera, y en cincuenta se construyó el edificio actual.

Xavier Nombres, regidor en funciones de Cultura, Fiestas y Movilidad explica cómo "hace 9 años se quiso hacer un monolito a tocar de la iglesia de Sant Pere que sirviera de memorial de las familias pescadoras del barrio con la característica, cómo no podría ser de otro modo, que las familias salen con el apodo o motivo que tenían, no con el apellido".

Recordar la historia por Sant Pere

Este monolito que fija y perpetúa la herencia del origen de la zona podría pasar desapercibido como único testigo de este pasado pero el 28 de junio, verbena de Sant Pere, la historia de este oficio y de estas familias revive adentro de la iglesia donde se hace recordatorio, se leen poemas y textos marineros o se cantan canciones también marineras.

Entre estas no falta la epopeya de 'La barca blanca' que el 1923 naufragó y algunos de sus tripulantes fueron rescatados incluso a las Baleares.

"Sant Pere sirve para recordar estos episodios y posar en valor el pasado de Llavaneres. Dependiendo de si cae entre semana o en fin de semana la cena y verbena posterior se alarga más o menos pero después de los últimos años podemos dar la verbena por recuperada, cuando se había llegado a perder", explica Nombres. Un día especial para las familias pescadoras de un barrio pequeño donde todo el mundo se conocía de siempre.

Todo el pueblo se involucra en una festividad al pórtico del verano y a dos semanas contadas de la Fiesta Mayor. Lo hacen evocando, cómo también se ha hecho desde instituciones cómo el Archivo, este pasado marinero y pescador que ya no ha llegado a nuestros días. "En Carlus de Can Porrana era el último pescador de salir a la mar y murió hace poco. Hoy en día no hay pescadores pero sí que queda gente con comercio dedicado al pez, que lo va a buscar a Arenys. La memoria pescadora pero es muy importante y recordarla creo que es algo que tiene que hacer cualquier llavanerenc", dice Nombres.

Archivado en:

Comentarios