Una película que dura cuatro días y medio: te atreves?

La Fabra y Coats: Centro de Arte Contemporáneo de Barcelona recoge la obra magna de Albert Sierra 'Los tres porquets', una película de 101 horas de duración en formato expositivo que se estrena en primicia al Estado. El film ha sido traducido y subtitulado al catalán con el apoyo del Departamento de Cultura, el Goethe-Instituto de Barcelona y el Consulado de Alemana. La producción se ha proyectado en tres ocasiones a Alemana y parte de tres libros de conversaciones de Hitler, Goethe y Fassbinder. Se presenta cómo un "monólogo interior" por su flujo continuo de discurso. De hecho, se rodó con actores no profesionales que recitan de forma literal las palabras que se atribuyen a los tres personajes. La muestra ofrece tres grandes pantallas que reproducen el film.

La muestra se podrá ver dse de este sábado hasta el 12 de febrero de 2023. El film se puede ver a través de tres pantallas grandes con subtítulos en catalán. La tarea de traducción y subtitulación del centenar de horas de metraje se ha alargado durante nuevo meses.

Según han indicado, la sala expositiva quiere trasladar a la fragmentación formal y la complejidad conceptual de la obra. La pantalla es triangular para evitar la frontalitat y obstaculizar cualquier visión unitaria.

Tres porquets, tres libros

'Los tres porquets' parte de tres libros: 'Conversaciones con Goethe' de Johann Peter Eckermann, las reflexiones del escritor romántico en sus últimos años de vida que a la película pasan de la tercera a la primera persona. 'Las conversaciones privadas de Adolf Hitler', monólogos del Führer pronunciados y transcritos por su círculo más íntimo entre 1941 y 1944 y una compilación de entrevistas y artículos del cineasta Rainer Werner Fassbinder. La película se presenta cómo una adaptación fiel a los textos, con recreaciones históricas en cuanto a Goethe e Hitler y más libertad artística con Fassbinder.

Sierra decidió rodar el film cuando fue invitado por la Documenta (13) de Kassel (Alemana) el 2012 durante los 100 días que duraba el certamen. Según ha explicado en rueda de prensa, cada día se filmaba, se editaba y se proyectaba in situ. "Teníamos que hacer una hora al día de material definitivo", ha exclamado. Cómo que los actores eran trabajadores de Kassel tenían poca disponibilidad horaria, así que cada uno de los personajes es interpretado por más de un intérprete.

Sierra ha explicado que la puesta en escena del film está a medio camino entre un tipo de "monólogo interior" y de conversaciones con la espectador que mira la película. "Se eluden los interlocutores reales y se entra en un espiral con un monólogo interior medio inconsciente", ha detallado.

La puesta en escena fue "rápida". "El hecho de tener que crear una hora de material definitivo cada día nos imponía una disciplina que ha incidido posteriormente", ha comentado. "Se tenía que ir muy rápido teniendo elasticidad para adaptarse al actor. Sobre todo cuando este estaba inspirado. Cuándo el actor estaba muy concentrado se generaba una magia y tenías que estar preparado. Toda la puesta en escena se ha hecho rápidamente", ha comentado. Sierra ha reconocido que esta metodología de trabajo generaba cierto "cansancio" y "irritación" al equipo y que podía "tensionar-se".

Sierra ha explicado que ha gestionado una materia "opaca" y ha admitido que son unos acontecimientos históricos que iluminan el presente. "En el caso de Hitler hablemos todo el rato de Rusia y Ucrania ", ha recordado en referencia a la actualidad. "También de las utopías en la creación de estados", ha comentado. "Los tres eran malas personas, con esta maldad intrínseca tenían algo revelador", ha apuntado. También ha dicho que el film contiene cierta "farsa" hacia el mundo y la misma obra.

Sierra no se ha mostrado preocupado porque el film de más de 100 horas pueda ser "inabarcable" por parte del público. "No es una cosa que me preocupe. Tiene una duración porque este es su sentido", ha apuntado. "La preocupación era que fuera abastable, el resultado final lo es", ha destacado.