Y más Mataró hizo más Cabalgata

No hay ninguno otro día que Mataró sea tan Mataró cómo el 5 de enero. Ninguna otra tarde, ninguno otro anochecer. Y este todavía un poquito más. Los Reyes de Oriente han paseado por la ciudad estrenando su nuevo recorrido y el baremo para valorarlo han sido que todos y cada uno de las calles por dónde ha pasado la Cabalgata se han llenado. Se han llenado muchísimo.

Miles y miles de mataronins han salido al paso de las carrozas que se saben de memoria y se estiman más intensamente. La novedad del recorrido empezaba de inicio, con el gesto simbólico de atravessar Rocafonda de arriba abajo. Los nuevos tramos han sido rebosantes de público, los habituales (buena parte de la vuelta era calcada a la de antes) han mostrado mucho más público que hace un año. Nunca está de más que hoy hace 365 días íbamos todos con mascareta y la Cabalgata llevaba asterisco.

También ha sido emotiva, multitudinaria y masiva la vuelta por Cerdanyola.

Todo el habitual

Cómo que la Cabalgata es siempre la misma, hay dos maneras de valorarla. El una, con todo el habitual. Basta con mirar los ojos de los niños, la gernació que se congrega, cada instante de magia intensa entre desfilants y público para no encontrar una punyetera razón para no calificar la velada del mejor anochecer del año. Si tienes canalla cerca, sobre todo.

Hay un añadido que es el espectacular movida que supone. Los centenares y centenares de voluntarios detrás cada carroza, coordinando, conduciendo. La Cabalgata es un dispositivo humano que hay que agradecer y haciendo el pase más largo este año era lógico que a la Riera, al final, las caras de cansancio fueran evidentes. A todo el mundo quien la hace posible, las gracias.

Todas las novedades

El otra cosa a valorar son las novedades. Dicen que el tramo tranquilo ha sido muy recibido por quien lo reclamaba y que los tramos de caramelos se han sucedido sin problemas. Ha habido sin azúcar, todos eran sin gluten y en algún tramo seguro que hay quién ha arrufat la nariz porque se pensaba que le había tocado el tramo sin caramelos, que no existía.

Aquí correspondería enterrar definitivamente el fantasma de la antigua carroza del Pryca que avasallava a caramelos y dejar de valorar la Cabalgata a pes de dulce. La Cabalgata es, por suerte, mucho más. Y mucho mejor.

Llegados al Ayuntamiento y después de palabras del Alcalde los Reyes Melcior, Gaspar y Baltasar se han dirigido a la concurrencia a la Plaza del Ayuntamiento. Buenos deseos, agradecimiento y cómo siempre el Rey Negro con más aplausos que nadie. Con un discurso poderosísimo a favor de la tolerancia, la diferencia, la diversidad y el respeto. Que Mataró se encomiende, y más en un año cómo este que acaba de empezar.