Casa Batlló: Gaudí es tan bueno que enamorará a los más pequeños

Posiblemente fuiste de visita con la escuela y tienes un recuerdo difuso, cómo muchas de las excursiones de este tipo. Pero la realidad es que la Casa Batlló es hoy un lugar ideal para ir en familia y que los más pequeños de la casa lo disfruten de lo más. Vinculado o no al estudio del modernismo que algunos centros hacen a primaria, la obra de Antoni Gaudí, uno de los mayores genios que ha dado Cataluña, es un espacio que hace que pequeños y grandes puedan aprender y pasarlo bien durante su visita. La experiencia ha ido cambiando con el tiempo, y la tecnología ha facilitado mucho las cosas. No hacen falta guía para grupos, simplemente tú y tu curiosidad. Te lo explicamos.

Josep Batlló dio total libertad a Antoni Gaudí para construir el que tenía que ser un edificio nuevo al Paseo de Gracia. Pero fue Gaudí quién recomendó hacer una reforma integral, cambiando la fachada, los interiores convertidos en obras de arte y con ciertos toques que muchos identifican cómo el germen del surrealismo. Estamos ante una de las piezas arquitectónicas más destacadas de Barcelona que se puede conocer mejor que nunca.

Realidad Aumentada, Gaudí Cube y más: la tecnología al servicio del arte

La visita de la Casa Batlló cuenta con tres entradas, de las cuales recomendamos dos. El primero, el Blue, es lo más limitado en capacidades, por el que tanto el Silver cómo lo Gold son más recomendables. En los dos casos contamos con un elemento diferencial: una mesita de realidad aumentada a la cual nos conectamos y además de irnos explicando cada uno de los puntos de interés -hay 16- en el idioma que queramos, cuenta con tecnología de realidad aumentada que permite ver elementos históricos que había a cada estància. También permite conectar, de forma acertada, la idea conceptual con el diseño y motivos que Gaudí aplicó.

Esto significa, por ejemplo, que podemos ver un altar en la gran sala que mujer al Paseo de Gracia, animales marinos moviéndose por zonas donde la inspiración es esta y mucho más. Más allá del detalle que sirve para contextualizar el que escuchamos, para los niños (lo recomendamos a partir de 6 años) es una experiencia que los niños y niñas absorben con mucha facilidad: primero porque interactuar moviendo la mesita y buscando nuevos elementos permite aprender a través de la gamificació, y segundo, porque conectan de forma mucho más fácil el que escuchan con los auriculares con el que ellos mismos investigan, sin tener que estar de pie escuchando un desconocido hablando de forma general.

La inmersión que se consigue es un acierto, en definitiva. Además, las dos entradas Silver y Gold permiten ver la conserjería original. La diferencia entre ambas es que una tiene abierta la habitación privada de los Batlló -te puedes disfrazar, a pesar de que no es una cosa que encaje mucho con el tipo de visita- un espacio exterior exclusivo y fasto pass, que permite hacer poca cola cuando vas a la hora que has pedido.

Por último, estas entradas tienen dos espacios sorpresivos que no dejan indiferente: un primero que te permite posarte dentro de la mente de Gaudí y sus ideas originales a la hora de concebir la Casa Batlló, y la otra, el Gaudí Cube de 360 grados: una experiencia de imágenes y conceptos hechos a partir de algoritmos que te rodea y te hace sentir cómo en una película de ciencia ficción.

Precios y descuentos

El precio general de la entrada Gold es de 45 euros, pero actualmente se encuentran en oferta y hacen un 2x1 para residentes a España. Además, si tenemos en cuenta que los niños y niñas de menos de 12 pueden acceder de forma totalmente gratuita, la visita acaba siendo mucho más económica del que puede parecer en un primer momento. Y vale mucho la pena.

Todo ello, con la participación de artistas internacionales de renombre que han dado forma a la experiencia (que dura una hora, hora y cuarto), cómo por ejemplo Kengo Kuma, que se encarga de crear un espacio final de despido sorpresivo.