La cerveza, en peligro de desaparecer por el Cambio Climático

Pocos pueden imaginar que la cerveza, que tanto nos ha acompañado en momentos de alegría y tristeza, podría verse amenazada por el cambio climático. Y no, no es alarmismo, sino una realidad que está empezando a hacerse visible. El hecho que México, el mayor exportador de cerveza del mundo, esté alertando sobre una posible interrupción en su producción, no es una cuestión menor. La repercusión no será solo para el país sino que, inevitablemente, afectará el suministro global, incluyendo a Cataluña. Y más cuando hablamos que 1 de cada 5 cervezas que se consumen fuera de México son mexicanas.

El origen de este problema se encuentra en lo el cambio climático. La falta de agua debido a la disminución de precipitaciones afecta directamente la producción de cerveza, puesto que esta bebida requiere de una buena cantidad de agua para su elaboración. Y el panorama no mejora cuando se conoce que solo una parte de México puede continuar con su producción gracias a su proximidad a fuentes de agua.

Andrés Manuel López Obrador, presidente mexicano, ha expresado su preocupación por la carencia de agua que afecta las regiones norte del país, posando en riesgo las operaciones cerveseres. Esta situación puede provocar una disminución drástica en las reservas de cerveza, una alarma para los incontables aficionados de esta bebida alrededor del mundo. Además, la crisis a Ucrania ha llevado a una falta de cebada, componente esencial en la producción de cerveza.

Revisar las licencias cerveseres

Con el objetivo de adaptarse a esta situación, Obrador ha proponet una revisión de las licencias cerveseres y fomentar su traslado hacia el sur de México, donde la abundancia de agua permitiría mantener las producciones. Es importante destacar la relevancia de la industria cervesera para la economía mexicana, dado que gran parte de su producción se destina a la exportación, sobre todo hacia Europa. Si estas medidas no se toman, Europa también podría sufrir las consecuencias.

La sequía a México también ha posado en riesgo otros industrias, cómo la producción de leche. La solución provisional ha sido la creación de pozos más profundos, pero esta acción ha llevado a la detección de arsénico en el agua, requiriendo inversiones adicionales para purificarla antes de llegar a los consumidores.