Vista de las Cinco Norias (R. Gallofré)

Las Cinc Sénies piden la palabra

Cugat Comas FOTO PORTADA: Vista de las Cinco Norias (R. Gallofré)

Inicio de acuerdo entre payeses, residentes y Ayuntamiento para impulsar un plan especial que ponga en valor el espacio agrario

Ha llegado la hora de las Cinc Sénies

La importancia de todo el espacio agrario de las Cinc Sénies ha quedado subrayada en los últimos tiempos. Cada fin de semana sus caminos parecen la nueva Rambla de Mataró pero más allá de esta invasión ciudadana (no siempre cívica, hay que estar alerta) los últimos meses han desembocado en un tipo de cruce decisivo por este espacio sin el cual no se puede entender la capital del Maresme. Con un historial de años y cerraduras de defensa férrea y alejados (parece que por siempre jamás) las nubes oscuras de la especulación urbanística que durante años amenazaron el espacio agrario, el Pleno Municipal de noviembre sirvió porque todos los grupos municipales apoyaran en una declaración institucional llena de planes de futuro por las Cinc Sénies. La ciudad se hace suya, en esencia, el trabajo de la recuperada asociación agraria de la zona y de momento se carga de buenas intenciones con el objetivo de la preservación, la mejora, el desarrollo y la gestión.

Las Cinc Sénies piden la palabra, ocupando un tercio del término municipal de la ciudad y posicionándose como un espacio con muchas potencialidades a nivel productivo y a beneficio de la propia ciudad y su gente. “Por Mataró las Cinc Sénies aportan inteligencia, porque una ciudad tiene que ser inteligente no solo a nivel de tecnología sino a nivel de ser autosuficiente en energía, recursos y alimentos. El espacio agrario es una ancha extensión productiva, de agricultura de proximidad que con su máximo desarrollo podría alimentar el 50 por ciento de la ciudad con fruta y verdura propia”, explica Josep Montasell, uno de los miembros de la asociación y una voz más que autorizada por la experiencia profesional al frente de espacios agrarios.

"A todo Europa desde el cambio de siglo vemos como los espacios agrarios se revalorizan"


“Es el momento de las Cinc Sénies porque a todo Europa desde el tumbando de siglo vemos como los espacios agrarios se revalorizan, como se delgada la proximidad y los productos dejan de ser anónimos. La gente pasa a conocer e interesarse por aquello que compra y el principio de soberanía alimentaria convierte en mejor, por sostenible, el consumo de kilómetro cero”, razona. Todo el planteamiento que apenas ahora se apunta (la declaración es un inicio de un camino largo, que tiene que recorrer la ciudad con todos los sectores implicados) tiene que suponer un relanzamiento de las Cinc Sénies desde muchos puntos de vista. Se calcula que actualmente hay 750 hectáreas labradas pero que hay cerca de 200 más con las que se podría ampliar producción. “Las tierras van buscadas y hay que reforzar la tarea de recuperación de fincas” dice Montsell que pide también y en paralelo ir difundiendo y profundizando en el conocimiento entre una parte y la otra de la ciudad: “Hace falta que toda la cultura agraria entre en la ciudad, todo es Mataró y hace falta que se conozca y se difunda más. Es un camino que empezamos, apenas”, explica.


Como concretar las buenas intenciones

El Ayuntamiento ha atendido buena parte de las peticiones de la asociación agraria de la zona para definir en una extensa declaración todo el catálogo de propósitos para posar en valor este espacio. Obviamente es más etéreo y menos concreto que un programa cerrado de actuaciones puesto que, de hecho, el modelo de gestión compartida es una de las principales novedades que se propone. El abordaje a las Cinc Sénies es integral y abraza diferentes elementos, desde su consideración como patrimonio natural, cuenca alimentaria de proximidad o el valor paisajístico con el mosaico característico que tanto y tanto bien se aprecia desde arriba del Cerro de Onofre Arnau, panorámica sensacional de Mataró que cada semana recibe miles de ojos embelesados.

Cinco Sènies. Foto: R.Gallofré
FOTO: Cinco Sènies. Foto: R.Gallofré