Diego Saez Ujaque

Diego Saez Ujaque

Arquitecto

Una oportunidad para la Prades

La semana pasada asistí a dos acontecimientos aparentemente diferentes pero que guardan relación en cuanto a la revitalización de la ciudad y al papel que tiene que tener el planeamiento urbanístico en cuanto a la promoción de la diversidad urbana. Por un lado, la charlada "Urbanismo social" como acto de conclusión de la exposición de la Fundación Iluro "CIUTAT JARDÍN: PASADO, PRESENTE Y FUTURO" , a cargo de los urbanistas Sebastià Jornet y Agàpit Borràs. Del otro, un concierto al conjunto industrial de Roca Umbert de Granollers.

Vale la pena hacer una reflexión sobre qué tiene que ser el papel de los conjuntos industriales que todavía sobreviven dentro del tejido urbano de la ciudad. Concretamente me quiero referir a los sectores de Can Fugarolas y la Prades, actualmente delimitados como sectores de remodelación por el planeamiento urbanístico. Sector 5-04 Colón-Toló y Sector 5-05 Maresme-Toló, respectivamente. Por lo tanto, en peligro de desaparición.

Así pues, y en relación a dicha diversidad, hay que revisar el resultado otras operaciones de transformación que, en forma de Planes Especiales de Mejora Urbana, Planes especiales de Reforma Interior o, inclús, Sectores de Desarrollo en Suelo Urbano que han servir para transformar sectores como Can Gassol, El Verdet, Can Marot, Can Xammar, entre otros.

Es cierto estas intervenciones han hecho posible la renovación del espacio urbano (calle), la adecuación de calles y la creación de plazas. No obstante, desde la perspectiva de la diversidad el resultado es bastante más discutible. Casi en todos los casos, este proceso de transformación ha consistido en la sustitución (escombro) de las edificaciones industriales anteriores por un monocultivo de edificios residenciales y plantas bajas comerciales, mayoritariamente vacías. Qué ha sido, pues, su aportación a la diversidad urbana?

Hace envidia comprobar que Granollers ha sido capaz de incorporar la actividad "informal" de la Roca Umberto como un proyecto de ciudad. Un proyecto capaz de reutilizar e incorporar unos entornos obsoletos preexistentes a su dinámica y diversidad urbana. Por lo tanto, también, más sostenible desde el punto de vista ambiental, pero inclús desde la perspectiva social e identitaria de los ciudadanos.

En este contexto, vuelvo sobre Can Fugarolas y La Prades, la charla del Ateneo el concierto a la Roca Umbert de Granollers; y el papel del planeamiento en todo ello. Sin duda, uno de los cambios desde la perspectiva del urbanística "que viene" consiste al ser capaz de reconocer el que funciona y detectar las potencialidades de las preexistencias, formales y sociales, de la ciudad. Por un lado, circo, música, artistas, audiovisuales formación, co-working. Una comunidad de más de 3000 personas que, en mayor o menor intensidad, dan vida a la ciudad. De la otra, 10.000m² edificados con un potencial enorme para acoger multitud de actividades y funciones, inclús un aparcamiento.

En concordancia con la propuesta ganadora de Impulso de Mataró, no tendríamos que dejar pasar la oportunidad para recuperar Can Fugarolas y la Prades como polo de atracción, de actividad y diversidad de la ciudad. Sólo hay que ir y reconocer su potencial, su atracción, su presencia, su carácter. Las crisis inmobiliarias siempre son una oportunidad para parar y repensar la ciudad. Si os plano, no lo convertimos en otro bloque de pisos con bajos comerciales (vacíos).

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