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Un empresario de Mataró, encarcelado dos meses y medio en El Salvador

Joan Torrents ha estado en la prisión por un presunto caso de estafa del que finalmente no ha sido juzgado ni condenado

Joan Torrents, vecino de Mataró y experto en comercio internacional, ha sido dos meses y medio encarcelado en El Salvador por un presunto caso de estafa -entre abril y julio de 2012- del que finalmente no ha sido juzgado ni condenado. El exministro salvadoreny con quien trabajaba lo denunció y pidió la extradición alegando que le debía de dinero. Aquí, la Audiencia Nacional y el Consejo de Ministros dieron luz verde. Ya en casa, Torrents explica en una entrevista a la ACN que ha sido víctima de un montaje de la corrupción política salvadorenya. En el gobierno español le reprocha que lo haya "abandonado" cuando el tratado entre los dos países permite denegar la extradición "en un país que no respeta los Derechos Humanos".

El exministro de Sanidad del Salvador Lisandro Vázquez Sosa pone en marcha en 2005 un proyecto para hacer un parque industrial de zona franca. Tenía los terrenos y cuenta con Torrents porque sea el cerebro del proyecto, según consta en el contrato que firmaron las dos partes y a la quel ha tenido acceso el ACN. Torrents tiene una larga experiencia en comercio internacional y ha sido asesor de las Naciones Unidas.

El año siguiente Sosa decide parar el proyecto y despedir Torrents. Según el acta notarial de destitución, reclama al empresario catalán que le vuelva una serie de dinero en concepto de dietas de viajes y honorarios profesionales. Torrents se niega en parte. Entiende que no tiene que volver los gastos que se han generado en este meses, pero, aún así accede a renunciar a los honorarios. Hasta la fecha, unos 37.500 dólares.

El rifirrafe por las cifras -Sosa reclama un total de 112.000 dólares- trae el inversor salvadoreny a denunciar Torrents por estafa y a pedir su extradición en El Salvador. Joan Torrents recibe la petición de extradición a los juzgados de Mataró a principios del año 2010, y el mes de septiembre del mismo año la Audiencia Nacional falla a favor de la extradición en un juicio en Madrid.

"Moneda de cambio"
Según Torrents, este es el primer caso de extradición de un ciudadano del estado español en El Salvador, y recuerda que al tratado de extradición entre los dos países figura una cláusula de reciprocidad que permite en España denegar la extradición "de sus propios nacionales", sobre todo por motivos de "edad, salud o de tipo humanitario" -Torrents tiene 72 años y sufre una enfermedad cardíaca.

En este sentido, la misma Audiencia Nacional emite una sentencia en 2011 donde deniega la extradición de un hombre de Cáceres en El Salvador, apel•lant a esta cláusula de reciprocidad y poniendo en evidencia que El Salvador también se niega a lo entrega de los "suyos nacionales". El último caso data de mayo del 2012, cuando los centreamericans denegaron la extradición de trece militares acusados de la muerte de seis jesuitas españoles.

Aún así, el Consejo de Ministros da la luz verde definitiva a la extradición de Torrents. "Intentaron que yo fuera una moneda de cambio", advierte. El empresario catalán dice que se ha sentido "abandonado" por el gobierno español y ahora estudia emprender acciones judiciales. Considera que por culpa del gobierno español lo han encarcelado "en un país que no respeta los Derechos Humanos" y que este mal trance se podría haber evitado.

Viviendo en la prisión
Con todo, Torrents llega al Salvador el 26 de abril del 2012, donde es encarcelado de manera provisional a la prisión de Apanteos. A pesar de que todavía no ha sido juzgado, la legislación del país lo obliga a entrar a prisión porque en El Salvador Torrents no tiene domicilio. A la llegada en el país comenta que topa con otra muestra de abandono. Al aeropuerto, explica, " había 50 periodistas y nadie de la embajada española".

De la prisión, recuerda las "pésimas" condiciones higiénicas y las historias de corrupción, asesinatos y secuestros del resto de presos. También una visita especial, la del abogado de Vazquez Sosa: "Pedían 400.000 dólares por daños y perjuicios, pero vino para preguntarme qué podía pagar". También la carencia de apoyo de la embajada española: "No me aceptaban las llamadas a cobro revertido", asegura.

Finalmente, sale de la prisión el 6 de julio del año pasado, habiendo pagado 75.000 dólares porque Sosa retirara la denuncia. Torrents estudia ahora contraatacar y denunciar Lisandro Vázquez Sosa por haber interpuesto una "denuncia falsa" contra él. Según el contrato que habían firmado en 2005, no había ninguna cláusula que lo comprometiera a pagar los gastos del proyecto si era cesado, cómo ha acabado pasando.

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