Seis años de prisión para agredir un hombre y dejarlo en silla de ruedas

La acusación particular pide seis años de prisión para Rafael P.C., de 45 años, acusado de haber lesionado un hombre en la terraza de un bar de Mataró el agosto del 2002 dándole varios puñetazos a la cara y el estómago y empujándolo hacia el tierra. Según esta acusación, que representa la familia de la víctima, la caída a tierra comportó un traumatismo craneoencefálico al hombre con una lesión medular aguda, y como secuelas una cicatriz a la cabeza y una tretaparesia moderada que lo obligaba a ir en silla de ruedas. La víctima murió hace un tiempo a pesar de que la familia considera que la agresión empeoró su estado de salud, y por eso, también reclaman una indemnización de 84.000 euros.

La Fiscalía pide dos años de prisión por este delito de lesiones después de que en un principio reclamara nuevo años teniendo en cuenta estas secuelas. Un golpe se ha celebrado el juicio en la Audiencia de Barcelona, la acusación pública cruz que no existen pruebas que la agresión del procesado a la víctima pudiera causarle unas lesiones tanto graves y por eso ha rebajado la petición inicial. Por su parte, la defensa del acusado ha pedido que se lo condene a seis meses de prisión por estas lesiones.

El acusado ha explicado que conocía la víctima porque era un vecino de la zona donde vivía en Mataró y que la noche de los hechos, el 14 de agosto del 2002, se encontraban los dos en un bar de esta localidad cuando empezó una discusión. Según el procesado, la víctima se ofendió cuando él le hizo un comentario a la chica que lo acompañaba, y por eso "se puso alterado y yo decidí marchar".

Aún así, como el sobrino del procesado estaba al bar decidió volver, y "antes de entrar por la puerta" la víctima "me dio un puñetazo a la nariz que me echó en el tierra". Después de esto lo procesado ha reconocido que le dio un golpe al estomac a la víctima y lo cogió de los pantalones para tirarlo al tierra donde se dio un golpe. El acusado también ha dicho que la pelea se paró entonces porque llegó un agente de la policía municipal, a pesar de que la víctima continuaba alterada.

La acusación particular, que representa a la familia de la víctima, mantiene la demanda de pena de prisión porque considera que las lesiones del hombre están provocadas por esta agresión, sobre todo las secuelas neurológicas que sufrió. La familia ha ido más allá y considera que el procesado es responsable de la muerte de la víctima puesto que las lesiones agravaron la enfermedad que sufría hasta que unos años después murió. El juicio ha quedado visto para sentencia.