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V. B.

Portavoces de la comunidad china piden un regreso a la normalidad en Mataró

La cónsul de China y el presidente de la Unión de Asociaciones Chinas reclaman la reapertura de los talleres y dicen que los afectados no eran esclavos

La cónsul de La China en Barcelona, Wang Quinping, y el presidente de la Unión de Asociaciones Chinas de Cataluña, Lam Chuen Ping, han reclamado este jueves en Mataró un "regreso a la normalidad", después del rebombori creado por el operativo policial de los mozos contra los talleres chinos presuntamente ilegales. Una normalidad que se tendría que traducir, a su parecer, en la reapertura de los talleres precintados por la policía. "La mayoría de los detenidos tienen negocios legales y los papeles en regla, así que esperamos que todo se arregle rápido y puedan volver a trabajar", ha afirmado Chuen Ping, en una rueda de prensa conjunta con la cónsul china y con el alcalde, Joan Antoni Baron. Quinping también ha reclamado la resolución del conflicto puesto que considera que la actividad que llevan a cabo los chinos en Mataró "también favorece el desarrollo económico de la zona".

La cónsul y el representante empresarial chino se han reunido esta mañana con Baron para mostrarle su preocupación por las consecuencias de la macrobatuda de los mozos. Una operación que Chuen Ping ha criticado muy duramente. Con ironía, ha definido el cuerpo policial como un "ejército de la salvación" que ha "liberado 450 esclavos", en referencia a los trabajadores que supuestamente eran explotados por los ciudadanos chinos detenidos. "Ahora estos liberados no tienen no donde dormir ni donde comer", ha añadido. Según Chuen Ping, estos trabajadores no estaban esclavizados, puesto que "no trabajaban de manera obligada". Ha reconocido que sí ejercían muchas horas, "pero en los chinos nos gusta mucho trabajar, y si nos dicen que hay que trabajar ocho días en la semana, nosotros lo hacemos nuevo días". Tanto Chen Ping como el consulat chino han asegurado estar "asustados" por la dimensión de la operación de los Mozos, y han considerado que ha afectado "toda la comunidad china" del país.

El alcalde, Joan Antoni Baron, se ha comprometido en la reunión a luchar para conseguir este regreso a la normalidad que reclama la comunidad china. Por un lado, tal y como ya anunció ayer, se ha ofrecido a ayudar, a través de Servicios Sociales, a aquellos ciudadanos chinos que hayan quedado sin techo debido a la operación policial (un porcentaje indeterminado de los 450 trabajadores de los talleres intervenidos dormían y comían al mismo local donde trabajaban). Por la otra, ha apuntado que se iniciará un proceso para intentar legalizar de los talleres afectados, "siempre que sea posible y se cumpla con la normativa". Baron ha apuntado que esta tarea no es nueva, sino que se trae haciendo desde 2003, cuando se realizaron los primeros vareos contra talleres textiles ilegales regentados por chinos. El alcalde, pero, ha dicho que habrá un "respeto absoluto verso la ley" y que "no se harán excepciones" en ningún caso.

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