-
-

capgros.com/acn

Piden entre 36 y 41 años por los asesinos d’una vecina del Plano d’en Boet

Los hermanos Francisco y David M.R. y la compañera sentimental del primero, Mònica A.B. mataron la mujer para robarle

Un tribunal popular juzga desde este lunes a Francisco M.R., su compañera sentimental, Mònica A.B., y el hermano de él, David M.R., acusados de matar una vecina de la pareja mientras le robaban en casa suya, en Mataró, y de haber prendido fuego al piso para borrar las pruebas que hubieran podido dejar al lugar del crimen. La fiscalía pide que se condene a los dos primeros a 41 años de prisión y al otro procesado a 36 años de prisión por asesinato con alevosía y ensañamiento, un robo con violencia e intimidación, otro con fuerza en las cosas y un delito de incendio. También pide que indemnice a los familiares de la víctima con 390.000 euros. Los hechos pasaron hacia las diez de la noche del 18 de febrero del 2006 al número 9 de la calle Santa Valentí, al barrio de Pla de en Boet de Mataró. La pareja había planeado robar a una vecina suya al entender que sería un objetivo fácil porque, a pesar de tener tres hijos y dos hermanas, vivía sola y era viuda y alcohólica.

Según el relato del fiscal, Mònica, quien a veces limpiaba el piso de la víctima, subió con la excusa de que necesitaba un limón y un golpe dentro del domicilio dejó abierta la puerta para que su compañero, con un cuchillo de cocina de grandes dimensiones y la cara tapada por una braga, pudiera entrar. Francisco, condenado por varios robos y lesiones, obligó la víctima a ir a lo suyo habitación. Un golpe allá, la acusada la ligó de manso y el procesado la apuñaló varias veces a la pierna hasta que la víctima, atemorizada, los indicó donde tenía sus objetos de valor y el número secreto de su cartilla de ahorros. Mònica salió entonces del domicilio y fue a una oficina bancaria de la calle Plana de en Boet, donde retiró 100 euros. A continuación, intentó varias veces extraer dinero de un cajero de la calle Sant Cugat pero no lo consiguió –dos días después lo intentó de nuevo va- y volvió al piso de la víctima.

El fiscal sostiene que mientras tanto la víctima se dio cuenta de que el agresor era su vecino y fue entonces cuando Francisco la degolló para impedir que los denunciara. No sólo esto, sino que cuando ya estaba en tierra bocaterrosa desangrándose, le clavó veintidós puñaladas a las espaldas. La víctima, de 53 años, murió en pocos minutos debido a un 'shock' hipovolèmic por hemorragia aguda.

La acusación pública asegura que la procesada bajó a su domicilio donde había su hija de cinco años, su cuñado David –con antecedentes, entre otros, por robo con violencia- y su pareja, Estela P.S. –en paradero desconocido-. Los dos fueron al lugar del crimen y, junto con el otro acusado, revolvieron el piso y se llevaron joyas y dinero. Después rociaron la habitación con colonia y prendieron fuego. Los vecinos alertaron la policía local y cuando los Bomberos extinguieron las llamas descubrieron el cadáver. Los Mozos los detuvieron tres días después –Mònica se entregó voluntariamente- y en el momento del arresto, Francisco llevaba las joyas robadas. El juez decretó el ingreso en prisión provisional para los tres pero David salió en libertad con cargos dos años después.

Peticiones de condena
La fiscalía pide que se condene a Francisco y Mònica a 25 años de prisión por asesinato con alevosía y ensañamiento y a David a veinte años de prisión. También pide que se condene a cada cual a cinco años de prisión por robo con violencia e intimidación, a tres años por un delito continuado de robo con fuerza, a ocho más por un delito de incendio y a una multa de 720 euros por una falta de lesiones. Por otro lado, la acusación pública solicita que se condene a los tres procesados -que declararán este lunes por la tarde- a indemnizar con 90.000 euros a cada uno de los tres hijos de la víctima –cantidad que la acusación particular eleva a 100.000 euros por cada cual- y con 60.000 a cada una de las hermanas de la difunta.

Durante la primera sesión del juicio, el abogado de Mònica ha explicado al tribunal popular –formato por ocho hombres y sólo una mujer- que su clienta era drogadicta y estaba sometida a su pareja, quién la maltrataba físicamente y psicológicamente. Por eso, pide su absolución o una condena máxima de dos años y diez meses de prisión por los robos y el incendio. Por su parte, Francisco si que admite, en su escrito de defensa, los delitos que le imputa la fiscalía pero asegura que no tenía intención de hacer daño a la víctima sino que sólo pretendía robarle el dinero para poder comprar cocaína pero que cuando lo identificó perdió 'su poco juicio' y la agredió. De hecho, el letrado ha asegurado que su cliente es toxicómano desde el doce años y que, debido a su adicción, sufre esquizofrenia paranoide. Con todo, su abogado pide que se lo exima por enajenación mental y que se lo ingrese en un centro psiquiátrico. El abogado de David, en cambio, pide su absolución porque asegura que no participó en los hechos.

Comentarios