Un momento del juicio
Un momento del juicio

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Piden diez años por un monitor de manualidad acusado de abusar de un alumno

El procesado, J.Y.M, de 32 años, ha negado los hechos durante el juicio celebrado este martes a la Audiencia de Barcelona

La fiscalía pide diez años de prisión para J.Y.M., de 32 años, acusado de abusar sexualmente de un alumno de cuatro años cuando le daba clase de artes plásticas en un centro de Mataró en 2004. En el juicio celebrado este martes a la Audiencia de Barcelona, el procesado ha negado los hechos.

La fiscalía considera probado que entre mayo y junio del año 2004, cuando el menor acompañado de su hermano iba al centro una vez a la semana para recibir clases de manualidades, el monitor se llevaba a la víctima a una habitación aparte y aprovechando que estaban sólo le introducía el pene en la boca. Por este delito de abuso sexual, el ministerio público pide una pena de diez años de prisión y una indemnización por daños morales de 50.000 euros para el niño. También se dispone que el centro donde supuestamente pasaron los hechos responda de forma subsidiaria.

En el juicio celebrado este martes, el procesado ha reconocido que dio clase al menor, y a su hermano, durante dos meses un golpe por semana, y que en el aula había seis niños más. También ha explicado que las clases se imparten conjuntamente entre dos monitores y que en ningún momento se quedó suelo con el menor, puesto que 'incluso para ir al lavabo van ellos sólo'. Esta versión ha sido confirmada por la monitora que lo acompañaba en este tiempo cuando daba clase a los menores, además de otros trabajadores del centro.

El acusado también ha explicado que en estos dos meses, 'unas tres o cuatro veces' fue sustituido en la clase por otro monitor. También ha insistido que algunos de los alumnos de aquella aula utilizaban 'un vocabulario grosero y agresivo', sobre todo los niños, y que su trato con el menor se limitaba a enseñar manualidades. El monitor hace unos doce años que trabaja en este centro de Mataró.

Por su parte el menor, que ahora tiene siete años y que ha declarado protegido por una mampara, ha explicado que no recordaba mucho cosa de los hechos, con sólo que había sido 'a solas' con el monitor, y que habían hecho 'cosas marranes'. Aún así el niño no ha podido especificar como pasaron los supuestos abusos puesto que sólo recordaba que el monitor 'se bajaba los pantalones'.

Los padres del menor sí que han explicado que el niño se los explicó los abusos sexuales y que la primera vez lo dijeron mientras iban de paseo y la madre anunció que pensaban volver a apuntarlos al centro de artes plásticas un golpe acabado el verano. En aquel momento el menor dijo que no quería volver puesto que el monitor le ponía su sexo a la boca, y le hacía 'asco'. A partir de esto, el niño explicó a los padres los supuestos abusos y estos pusieron la denuncia. El juicio ha quedado visto para sentencia.

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