capgros.com/acn

Piden 20 años de prisión para l’acusado de asesinar un indigente a golpes

Jordi S.G, de 32 años, dio puntapiés a Pedro A.A., que dormía en la plaza de las Tereses, y le provocó la muerte

El fiscal pide 20 años de prisión para Jordi S. G., de 32 años, acusado de asesinar a golpes al indigente que apareció muerto en la plaza de las Tereses la madrugada del 13 de noviembre del 2006. La acusación popular destaca que el procesado, conocido como 'el tortilla' y con numerosos antecedentes por hurtos y robos con violencia, tuvo una discusión con la víctima, Pedro A. A., de orígen magrebí y 51 años, la tarde antes cuando los dos estaban, en compañía de otro indigente, y Rafael F. L., conocido como 'el boxejador'.

La víctima estuvo explicando que al día siguiente entraba a la prisión, y estaba contento puesto que allá lo cuidarían de lo atrofia muscular que sufría. Por esta enfermedad le costaba moverse y andaba con muletas. A partir de este comentario, el acusado empezó a ponerse agresivo con la víctima amenazándolo de muerto. El grupo se fue disolviendo durante las horas siguiente hasta que quedaron en la plaza Jordi, Pedro y Rafael a las diez de la noche.

Rafael ayudó a Pedro a estirarse en el tierra y taparlo con unos cartones puesto que la víctima le costaba moverse. Mientras tanto, el procesado no dejaba de increpar a Pedro, y por eso Rafael lo cogió y se lo llevó hacia un local situado en la plaza de la Muralla. Allá se prepararon para pasar la noche sin que el procesado dejara de amenazar e insultar a Pedro.

Según el fiscal, entre medianoche y las tres de la madrugada, Jordi se levantó llamando "voy a matar al puto moro" y fue a encontrar a la víctima al parque donde dormía. Allá, el acusado aprovechó que Pedro se encontraba dormir bajo los efectos del alcohol y sin posibilidad de moverse, para empezar a darle golpes. La acusación considera que el procesado utilizó unos zapatos de punta dura para dar puntapiés a la víctima por el todo su cuerpo, sobre todo a la cabeza, además de pisarlo. Pedro murió por estos golpes a la cabeza que le provocaron un traumatismo craneoencefálico.

Por estos hechos, el fiscal pide 20 años de prisión por el procesado por un delito de asesinato y que indemnice la hija de la víctima con unos 90.000 euros. La acusación particular, que representa la familia del muerto, pide la misma pena de prisión y una indemnización de 120.000 euros. En el juicio que ha empezado lunes, día 9 al Tribunal del Jurado de la Audiencia de Barcelona, el procesado ha declarado que Pedro era su 'amigo' y que él nunca lo insultó y agredir. En este sentido, Jordi ha reconocido que también duerme en la calle o en algún vehículo, y que la tarde del 12 de noviembre del 2006 estuvo en la plaza de las Tereses en compañía de la víctima y Rafael.

Aún así, el procesado ha explicado que eran Rafael y Pedro los que discutían, y que en un momento dado otra persona le recomendó a la víctima que marchara de allá. Aún así, Pedro continuó en la plaza bebiendo vino en compañía otros indigentes, hasta que Rafael y el procesado marcharon. En este sentido, el acusado ha explicado que Rafael lo quería invitar a fumar droga, y por eso fueron hacia la plaza de la Muralla a un lugar conocido como Can Xammar. Jordi ha relatado que un golpe allá Rafael se puso muy violento y lo amenazó en varias ocasiones con romperle la cara y por eso decidió marchar.

El procesado ha explicado que pasó la noche en casa de un conocido suyo llamado Òscar al barrio de Rocafonda, y que al día siguiente marchó. El acusado ha negado haber matado a la víctima, y ha explicado que nunca ha tenido unas botas con punta dura o de hierro, ni haberse calzado unas de similares. El día de los hechos a dedo que llevaba unas zapatillas deportivas. También ha dicho se enteró de la muerte de su amigo porque lo comentaban en un bar, a pesar de que no supo como hasta que lo detuvieron. Jordi ha destacado que sólo ha dormido una vez en casa de Òscar y que en algunas ocasiones anteriores se había peleado con en Rafael, igual que en Pedro.

En esta primera sesión del juicio también han declarado algunos de los Mozos que investigaron el caso que han destacado que el crimen era muy 'personal', por la cantidad de violencia utilizada para matar. Por eso empezaron a investigar por el en torno a la víctima y descubrieron que el procesado tenía unas botas de hierro, como se los dijeron varios testigos. Los mozos no pudieron localizarlas a pesar de pedir órdenes de cacheo en tres casas relacionadas con el procesado, como la debe de suyo pare donde no descubrieron nada. Las otras dos estaban llenas de basura y por eso 'ni se podía abrir la puerta'. El juicio continuará este martes con la declaración de más testigos.

Comentarios