Más de 700 mozos registran unos 70 talleres donde trabajan ciudadanos chinos

Los Mossos d'Esquadra están llevando a cabo esta mañana el mayor despliegue policial de su historia respeto los delitos contra los derechos de los trabajadores. Una operación en la cual 750 agentes están interviniendo en unos 72 talleres textiles clandestinos y viviendas en la ciudad de Mataró, donde trabajan de forma ilegal ciudadanos chinos. Según fuentes policiales, se están realizando entradas y haciendo registros a empresas y en viviendas. Durante toda la mañana están efectuando decenas de entradas diferentes que se espera terminar sobre las 23h de este martes. Esta operación está dirigida por la unidad central de tráfico de seres humanos de la División de Investigación Criminal de los Mozos junto con la colaboración de la Fiscalía de Crimen organizado.

Una vecina de la calle Valencia, justo junto al local y vivienda donde algunos de los Mozos (con capuchas para no ser reconocidos) estaban haciendo las inspecciones pertinentes, ha explicado que siempre ha visto "mucho movimiento" a la empresa textil. "Adentro tienen un local alargado con máquinas y arriba es donde viven", ha afirmado. Por su parte, un vecino de la zona, Javier Jiménez, ha explicado que hay "muchos locales de por aquí donde están actuando" los Mozos, y que esta gente se encuentra trabajando "las 24 horas del día". Según él, esta actuación se tendría que haber hecho "mucho antes", puesto que en una época de crisis como el actual "se nos están comiendo porque sólo trabajan, mal viven y después pueden vender a cualquier precio". Jiménez lo tiene claro: "que legalicen sus trabajos o que los echen".

La zona de Cerdanyola comprendida por la Calle Valencia, Jaume I y calle Roselló no es el único foco donde los agentes están trabajando. En la calle Hernan Cortés también había actuaciones de registro de viviendas y locales. Un vecino de la zona, José Torrella, ha explicado que desde hace "4 o 5 años hay treinta personas trabajando noche y día y haciendo mucho ruido". Según este mataroní, el local tiene "20 máquinas textiles" y, a pesar de haber hablado con ellos para regular un poco los ruidos a altas horas de la noche, "pasan de todo". Y esto después de haber presentado hasta cuatro denuncias. Por su parte, Bartolomé Ortega es un vecino de esta calle que vive justo encima del local. "El ruido muchas veces no nos permitía dormir", ha asegurado. Él ha podido ver el local, que es de unos 30 metros de largo y seis de ancho. "Allá lleno de máquinas trabajan como sardinas". Además, sospecha que también viven, puesto que ha visto entrar una decena de bombonas de butano seguidas. "Hemos sufrido mucho por si todo hacía un pedo, puesto que no tienen condiciones de seguridad", ha afirmado.

Talleres intervenidos en la zona de Torrijos
Los Mozos también han intervenido en varios locales, un total de seis según varios vecinos, a la zona de la calle Torrijos, el pasaje que trae el mismo nombre, y la calle Iluro. Hacia las 9 de la mañana han llegado seis furgonetas que han cortado los citados viales y han intervenido en varios locales que, según vecinos y trabajadores de esta zona formada básicamente por naves industriales, estaban dedicados a la confección textil. Pasada la 1 de la tarde, los agentes todavía no se habían llevado ningún detenido y mantenían la media docena de furgonetas a la zona. Jose Antonio González, trabajador de una empresa de artes gráficas de la calle Torrijos, explica que había chinos trabajando en la zona "desde hace más de 5 años". Los ha definido como un colectivo "muy introvertido, cerrado en sí mismo", que en ningún momento había causado problemas a otras empresas de este sector del Ensanche. "Los talleres siempre estaban funcionando, no veías nadie pero sabías que había trabajadores siempre adentro", ha apuntado.