Fachada de la Fundación Maresme
Fachada de la Fundación Maresme

J. V.

Los autores de la estafa a la Fundación Maresme admiten la apropiación de dinero

Los condenados, el ex gerente y el ex director administrativo de la entidad, han aceptado una pena inferior a dos años de prisión

Los responsables de la estafa a la Fundación Maresme han aceptado una pena inferior a dos años de prisión después de admitir ante la Audiencia de Barcelona que se habían apropiado de más de 500.000 euros destinados a hasta benéficos entre los años 1997 y 2000. Los acusados, el ex gerente de la Fundación Juan Gabriel Martínez Cañaveras y el antiguo director administrativo Antonio Miguel Torrico Ruiz, comparecieron ante el juez después de un proceso de instrucción que se alargó durante seis años.

La Fiscalía solicitaba inicialmente un total de 22 años de prisión por los dos acusados (11 por ningún) y una multa de 72.000 euros por un delito continuado de estafa, apropiación indebida y falsedad documental. Además, la acusación también pedía cinco años de prisión y una multa de 36.000 euros por sus mujeres, Maria Pilar Tejada y Maria Teresa Fernández Valera Muñoz, por su implicación en los hechos. Las dos mujeres habían sido contratadas por sus maridos y cobraban sueldos de cerca de 36.000 euros sin prestar ningún servicio a la empresa.

Durante la vista celebrada el pasado jueves día 13 en Barcelona, los acusados reconocieron haberse apropiado del dinero y se mostraron conformes a la petición de la Fiscalía de una piensa inferior a los dos años. Esta condena no supondrá su ingreso en prisión puesto que los acusados no tenían antecedentes penales.

Los hechos tuvieron lugar entre el 1997 y el 2000. Los acusados aprovecharon su posición a la entidad para falsificar facturas por trabajos inexistentes o realizadas en nombre de empresas falsas, entregaron talones que después cobraban y no ingresaban a la Fundación, se adjudicaron gratificaciones sin permiso de la junta y se apropiaron de subvenciones. Según el escrito de la Fiscali,a los directivos compraron en nombre de la Fundación televisiones, videos y electrodomésticos para uso particular, además de reparar sus coches y encargar trabajos de jardinería por el domicilio de Martínez Cañaveras. Como consecuencia de esta estafa la Fundación Maresme quedó en una "situación de gran precariedad económica", por lo cual no se pudieron atender debidamente las necesidades de las viviendas asistías y se vieron dificultados los programas ocupacionales y educativos destinados a personas con discapacitado. El actual gerente de la Fundación, Maria Carme Maltas, ha declinado hoy valorar la resolución del caso a la espera de la valoración que haga la junta de la entidad.

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