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Juzgada una mujer para agredir y robar a dos ancianas del Maresme

La agresora entraba a las casas para pedir comer por su hijo, pegaba y ligaba las mujeres y se llevaba joyas

La Audiencia de Barcelona ha juzgado este lunes una mujer de 35 años por supuestamente haber agredido brutalmente dos ancianas del Maresme a sus respectivas casas para robarlos joyas valoradas en poco más de 1.000 euros. La mujer ha negado los hechos, pero varias personas la reconocieron y se encontró ADN suyo en una de las casas. La acusada, de origen rumano, supuestamente entraba a las casas con la excusa de pedir agua o comer por su hijo pequeño o porque dejaran orinar al pequeño. La fiscalía le pide 12 años de prisión.

Según la fiscalía, un mediodía de finales de julio del 2011, la acusada fue a casa de una mujer de 87 años que vivía con su hermana, de 90 y que no se podía mover de la cama, en Sant Vicenç de Montalt. Ya había ido otras veces y aquel día volvió a ir para pedir comer por su hijo y que soltara al lavabo su hijo.

Un golpe dentro de la casa, la agresora ligó la anciana por las muñecas con un pañuelo y le golpeó fuertemente la cara, mientras le tapaba la boca porque no llamara. La mujer grande perdió el conocimiento y la joven aprovechó para llevarse una sortija y una cadena de oro valorados en 219 euros.

En noviembre, en Premià de Mar, actuó de forma similar. Trucó en el domicilio de una mujer de 75 años a quién pidió comer y agua por su hijo. La anciana ha explicado, con cierto miedo, que cogió el niño de la mano y cuando llegaron a la cocina le dijo que no tenía siete. Se extrañó y entonces vio la madre del menor sentada tranquilamente al sofá del comedor, cosa que ya la hizo temer.

La mujer le volvió a pedir comer por su hijo y cuando la anciana miraba a la nevera, la agresora le habría dado varios golpes, la echó en tierra y le tapó la boca. Le exigía dinero y sábanas, y la anciana se resistió, le mordió la mano, pero perdió el conocimiento poco después, con la boca tapada con un pañuelo.

Cuando se despertó, faltaban joyas y un helicóptero teledirigido de su nieto valorados en 802 euros. Fue en este piso donde la anciana mordió la mano de la joven, que marchó sangrienta.

Marcela S. ha negado los hechos y ha asegurado que a mediodía, cuando pasaban los asaltos, su hijo estaba en la escuela. Sí que ha reconocido que algún golpe había pedido limosna por las calles de la comarca, pero nunca con su hijo. Además, se ha preguntado como podría ella agredir de forma tanto violenta dos mujeres grandes. Preguntada por las heridas que tenía en las manos cuando fue arrestada, al poco de la última agresión, ha explicado que se las arañó muy fuerte para sacarse la pintura que tenía.

Pero la mujer fue identificada por un vecino de la primera agredida, puesto que antes de ir al piso de la anciana trucó en casa suya también para pedir agua o comer por su niño pequeño. Las dos mujeres agredidas también identificaron la agresora en ruedas de reconocimiento o en fotografías facilitadas por los Mozos, y una de ellas la conocía de anteriores ocasiones en las cuales le había dado comer y pañales por su hijo.

La policía científica de los Mozos encontró ADN procedente de la saliva, el sudor o la piel de la acusada en un pañuelo encontrado a la casa de la segunda víctima. Además, una médica forense que visitó la detenida ha negado al tribunal que las heridas que tenía en las manos fueran posibles con frotaduras o arañazos para limpiarse pintura, y ha considerado posible que fueran producto de un mordisco, que una de las mujeres asegura que hizo en la mano de su atacante.

La policía también encontró un helicóptero teledirigido y varias joyas similares a las de las víctimas al domicilio de la acusada.

La defensa de la acusada, que no ha hecho ninguna pregunta a su clienta, ha querido poner en entredicho el reconocimiento de las dos víctimas y el hecho que la agresora entendía el castellano, mientras que este lunes ha necesitado una intérprete para entender el juicio y expresarse.

La fiscalía le pide doce años de prisión por dos robos con violencia y detención il•legal, además de 2.400 euros de multa por dos faltas de lesiones y 1.861 euros de indemnización a las mujeres por las lesiones y los objetos robados.

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