Roban en el Dover de La Riera: "Estamos abandonados e indefensos"

Dos ladrones entraron a robar el pasado sábado por la noche en el restaurante Dover de La Riera de Mataró. Tal y cómo se ve en el vídeo de la cámara de seguridad, hacia las 4.30h de la madrugada los dos individuos, que iban totalmente cubiertos para no ser identificados, consiguieron acceder al interior del establecimiento y, de manera muy rápida y metódica, se llevaron la caja registradora y la recaudación de una máquina tragaperras

Se trata del segundo robo que sufre el mítico restaurante de La Riera en poco más de un año. El mes de marzo de 2022 otros ladrones accedieron de madrugada a La Riera en coche, en dirección contraria, lo estacionaron ante el local, abrieron la persiana y se llevaron la máquina de cobrar arrastrándola por tierra. "Y se fueron, y aquí no pasó nada, igual que este fin de semana", se lamenta en Xavier, propietario del Dover.

El gerente del establecimiento considera que el problema no es tan solo estos dos robos puntuales, sino la inseguridad general que afirma que se vive a La Riera y al casco antiguo. "El Ayuntamiento tiene La Riera totalmente abandonada, es incomprensible que no posen ni cámaras de seguridad", lamenta en Xavier. "Por la noche no hay ni un policía, puedes venir a las 4 de la madrugada a bailar sardanas y nadie te dirá nada, estamos del todo indefensos", añade.

La víctima del robo considera que en las últimas décadas los diferentes gobiernos municipales "han dejado morir La Riera y el casco antiguo", dejando de velar por la seguridad y por las necesidades de comerciantes y peatones. "El Mataró Parque se endú toda la gente, allá todo es conveniente, aparcamiento gratuito etc, y La Riera se ha convertido en una calle de paso, nadie vela por ella", lamenta.

El aumento de los delitos a la ciudad, especialmente a partir del desconfinament en la pandemia, ha generado una gran preocupación ciudadana. Los robos a establecimientos son una de las tipologías delictivas más comunes y que más problemas generan en la ciudad, junto con los robos con fuerza y violencia a la vía pública. Hace pocas semanas, por ejemplo, el café del edificio de la Plaça de la Peixateria sufría el tercer robo en tan solo un año.