Capgròs
Los Mossos d'Esquadra han detenido tres estafadors en Barcelona que habrían falsificado centenares de contratos del gas a varios municipios, entre ellos en Mataró. Se trata de Raúl O.G, de 65 años y nacionalidad argentina, Arturo C.P, de 40 años y nacionalidad mexicana y Yolanda L.P, de 45 años y nacionalidad española, todos ellos vecinos de Barcelona. En el momento de la detención se los intervino diversa documentación y hasta una veintena de contratos falsificados. Los arrestados, que trabajaban en una empresa contratada por una compañía de gas, daban de alta servicios sin el consentimiento del titular para conseguir comisiones.
Los estafadors, siempre sin que las empresas contratantes tuvieran conocimiento, simulaban contratos de alta de clientes involuntarios que desconocían que se estaban utilizando sus datos. Se da la circunstancia que los detenidos, cuanto más contratos hacían, más comisiones por nuevas contrataciones conseguían y por eso simulaban contratos de altas utilizando datos de cuentas bancarias obtenidas de forma fraudulenta.
Los estafadors conseguían esta información durante las visitas e inspecciones ordinarias. Con estos datos, agasajaban una suele•licitud de alta usurpando la identidad de las víctimas y falseando los documentos mercantiles oportunos sin que los estafados hubieran dado ningún visto bueno. Un golpe la compañía intentaba facturar los recibos a los nuevos clientes se encontraban que los números de cuenta no eran correctos. Ante la imposibilidad de cobrar al cliente se cortaba el suministro o se notificaba al titular que tenía que hacer frente por unos servicios que ni siquiera tenía constancia de haber contratado.
Hasta el momento, se han recogido una veintena de denuncias a pesar de que la cifra puede ser muy superior, puesto que los mozos tienen constancia que podría haber hasta 200 afectados en Badalona, Barcelona,Terrassa, Sabadell, Montcada y Reixach, Santa Coloma de Gramenet, Mataró, Cerdanyola y Ripollet.
En el momento de la detención, a los tres presuntos estafadors se los intervino numerosa documentación y veinte contratos falsificados. Se los imputan los delitos de falsificación de documento público, usurpación del estado civil y estafa.
Personas grandes
La cabeza del área Territorial de Investigación de la región policial metropolitana norte, Israel García, ha explicado que los delincuentes escogían personas grandes para llevar a cabo el engaño. Accedían en el domicilio simulando que venían a hacer una revisión y pedían los recibos de los clientes. De allá obtenían los datos particulares de la persona.
Después llenaban ellos mismos los formularios de solo•licitud del nuevo contrato con la compañía por la cual trabajaban y cobraban la comisión. El problema es que "a menudo los datos bancarios no eran correctos" y el primer recibo que enviaba la nueva compañía de gas era devuelto por el banco. Cuando la suministradora de gas cortaba el gas los clientes reclamaban y entonces descubrían que habían contratado un nuevo servicio con otra empresa.
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