Detenido un menor de edad de Mataró para robar a institutos del Maresme

Los Mossos d'Esquadra de la comisaría de Mataró detuvieron el 27 de marzo un menor de edad, de nacionalidad española y vecino de la capital del Maresme, como presunto autor de dos robos con fuerza en dos institutos de la localidad de Llavaneres y Sant Vicenç de Montalt. Los robos en escuelas están siendo un problema muy importante a Mataró y a otros municipios del país, donde los ladrones aprovechan la vulnerabilidad de estos equipamientos durante el fin de semana para robar sobre todo material informático.

Los Mozos que realizaban un dispositivo de vigilancia de escuelas a Sant Vicenç de Montalt vieron cómo a cuatro chicos vestidos de oscuro saltaban la valla perimetral de un instituto del municipio. Poco antes, habían recibido el alerta de un robo con fuerza a otro centro de secundaria de Llavaneres.

Los agentes pudieron localizarlos saliendo del instituto de Santo Vicenç saltando la valla. Cuando los jóvenes vieron los policías huyeron por un campo próximo, donde los Mozos localizaron uno de los autores escondido entre matorrales.

Posteriormente los agentes comprobaron imágenes del robo al instituto de Llavaneres, de donde los ladrones habían sustraído material informático, y comprobaron que el detenido y el resto de jóvenes que escaparon también eran los autores. La investigación sigue abierta y no se descartan más detenciones. El menor declaró en dependencias policiales el mismo día y quedó sin efecto su detención después de informar a Fiscalía de Menores.

La detención se produce en plena oleada de robos a escuelas e institutos, que afectan tanto Mataró cómo otros municipios de la comarca y de Cataluña. Los ladrones buscan sobre todo material informático que los centros educativos guardan a sus dependencias, muy desprotegidas durante los fines de semana. A Mataró el Ayuntamiento está intentando reforzar las puertas de acceso y otros elementos para intentar vallar el paso a los ladrones, mientras que las comunidades educativas de los centros afectados han posado el grito al cielo por la carencia de seguridad que sufren.