V. B.

Actuación policial contra los indigentes de Plaza de las Tereses

La policía detiene dos personas e incrementa la vigilancia en la plaza ante la proliferación de quejas vecinales por problemas de civismo y convivencia

La Policía Local detuvo dos personas en la plaza de las Tereses la noche del jueves, día 7, por atentado a la autoridad. habían acudido en respuesta a la advertencia de los vecinos de la zona por los disturbios que un grupo de personas estaba provocando en uno de los rincones de la plaza. La actuación fue problemática y, según informa el Ayuntamiento, los detenidos provocaron heridas leves a los agentes policiales. A raíz de estos hechos, y de la proliferación de las quejas vecinales, la policía ha decidido instaurar unos cuidados intensivos de la zona durante las próximas semanas. El objetivo es tener controlado más de cerca el grupo de personas, la mayoría indigentes, que se reúnen en la plaza y que cada vez generan más problemas de convivencia.

La presencia de indigentes a la plaza de las Tereses se arrastra desde hace mucho tiempo. Acostumbran a ubicarse en pequeños grupos en los bancos que quedan justo a tocar de la salida de vehículos del aparcamiento subterráneo, o bien en el entorno del ascensor que conduce al mismo pàrking. Allá pasan gran parte del día, desde buena mañana hasta pasada la medianoche. Llaman mucho la atención, puesto que la plaza de las Tereses es un lugar céntrico, de paso, nudo de transporte público, muy concurrido por peatones y espacio de juego para los niños de las Escuelas Pías Santas Anna y, fines hace unos meses, del Angeleta Ferrer. Fueron noticia el noviembre del año 2006, cuando encontraron muerto con señales de violencia uno de los indigentes que acostumbraba a pernoctar en la plaza. A pesar de todo, en general este col•lectivo no suele protagonizar incidentes ni importunan los peatones. Pero los vecinos denuncian que en los últimos meses la situación está cambiante.

"Cada semana tengo que trucar a la policía por el alboroto que hacen y las molestias que generan", asegura Bale Dias. Ella es la propietaria del café Tessmar, ubicado justo ante la zona donde se reúnen estos indigentes. Como gerente del establecimiento se ha tenido que enfrentar en numerosas ocasiones. Antes de adquirir el bar, ahora hace unos nuevo meses, Tessmar era un punto de encuentro de estas personas. Dias quiso convertirlo en un espacio más familiar y los impidió la entrada. "Esto me ha traído muchos problemas, puesto que querían seguir entrante de todas todas", asegura. Desde la inmobiliaria que hay junto al bar, Fincas Vivé, lo confirman. "Con los propietarios anteriores, siempre estaban aquí, haciendo alboroto y llenando la acera de latas y botellas de cerveza", dice una trabajadora.

Un grupo más violento
Una vecina de la zona, que prefiere mantener el anonimato, explica que las cosas han empeorado fuerza en los últimos meses. "Últimamente, cuando vuelvo por la noche en casa, no me atrevo ni a pasar por el medio de la plaza", asegura. La cuestión, explica, es que al colectivo habitual de indigentes que traen muchos años a la zona se ha sumado en los últimos meses un grupo de personas de perfil más conflictivo. "Son más violentos, todo el día se increpan y se pelean", afirma. A los problemas de convivencia por alboroto, a menudo a altas horas de la noche, y a la mala imagen que pueda dar este colectivo en un espacio tan transitado, se ha sumado un hecho más preocupante. Se trata de la sensación de inseguridad creciente en muchos residentes de los entornos, a la cual quiere dar respondida la campaña de vigilancia que ha iniciado la policía. Especialmente después de la reacción airada de algunos miembros de este colectivo en la actuación policial de la semana pasada.

Comentarios