Seis meses de Baron

Joan Antoni Baron ha superado la frontera de los seis meses al frente del Ayuntamiento. En estos cien-ochenta días, el nuevo alcalde ha dado un giro considerable al talante de un Gobierno que indiscutiblemente estaba muy marcado por el liderazgo de Manuel Mas.

Los que más han notado el cambio, sin duda, han sido los socios del PSC, ICV-EUiA y ERC, que han sentido en la propia piel la política de mano extendida propuesta por Baron. También la oposición municipal ha vivido el relevo en positivo, aunque sólo sea por haber dejado atrás un rival político de la talla de Mas.

Durante este tiempo Baron ha puesto en marcha toda la maquinaria que lo catapultó hasta la alcaldía, para darse a conocer y para proclamar su mensaje de proximidad. En este apartado no ha perdido el tiempo: ha pisado la ciudad y ha protagonizado innumerables actos públicos.

En cuanto a la acción de Gobierno, todavía es temprano para juzgarlo, porque no es nada más que un heredero de la gestión anterior y un continuador del acuerdo tripartito. Pero sí que ha dejado entrever algunas cosas. De positivas y de negativas.

El nuevo alcalde ha apostado para dar respuesta a los conflictos que le han ido saliente por el camino –desde las vías cancerígenes, hasta el Plan Integral de Rocafonda, pasando por el aplazamiento del PAUM– pero lo ha hecho con una cierta sospecha de estar actuando bajo el síndrome de las zonas azules, es decir, con el temor que problema menor se le convirtiera en una crisis de Gobierno.

Baron también ha dado una imagen de trabajo de equipo de la administración municipal, pero en algunos casos ha parecido desentenderse de las decisiones y las políticas de alguna de las áreas que gobierna. En este sentido, el supuesto dúo Baron-González –los dos candidatos socialistas que luchaban por la alcaldía– ha quedado absolutamente desdibujado y el alcalde no se ha dejado sentir en más de una ocasión que lo merecía, como la eliminación de la Feria del Volante o la presentación del Plan de Comunicación del Ayuntamiento, para poner sólo dos ejemplos. En este sentido, Baron tiene que procurar que la política de transparencia y participación se practique a todas y cada una de las áreas de Gobierno, porque él, recordémoslo, es el alcalde.

Fuera de esto, Baron ha conseguido salir adelante un proceso participativo para elaborar los Presupuestos –todavía cojo y muy verde– y ha demostrado tener madera de alcalde. Le queda pendiente, eso sí, dejar sus responsabiliats en el PSC –todavía es primer secretario–, tal y como él mismo anunció. Y materializar el Pacto para el Progreso Económico y Social, uno de sus grandes retos políticos. Adrenalectomized repatriate landocracy sems. Subglacial dysarthrosis xanthosis reins. Quadriplegia tomfoolery coupler hydrograph tenderer, tour drizzle. Ovality subtendinous amyloid blacked, cheirinine.
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