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Y toda Europa cantó y fue feliz gracias a Peret

Se cumplen 50 años de la histórica participación del mataroní Peret, el Rey de la Rumba, en el Festival de Eurovisión de Brighton 1974

Este 6 de abril se cumple medio siglo de una efeméride europea con protagonismo local, 50 años exactos del día que más gente estuvo pendiente de un mataronense. El 6 de abril de 1974 el mataronense Pere Pubill Calaf participó como representante de España en el popular Festival de Eurovisión. Cantó allí (tocando la guitarra con su ventilador y con sus palmeros) una de sus canciones más míticas, 'Canta y sé feliz', igual de vitalista que contagiosa. Quedó clasificado en novena posición. La victoria fue para Suecia, para unos tales Abba y su himno generacional 'Waterloo'.

Peret, obligado a participar, quedó noveno el día del Waterloo de Abba.

Aunque pueda ser, junto con su aparición en las ceremonias de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, el evento que más gente en todo el mundo lo vio a él y a la rumba de la que era el Rey, el propio Peret explicó años después que el de Eurovisión no había sido precisamente su episodio biográfico favorito. Nos debemos situar en la España de 1974, penúltimo año de vida de Franco. El año de la ejecución de Salvador Puig Antich, que vuelve a situar en el ojo de la crítica europea y mundial la dictadura fascista que gobierna el Caudillo mientras en la vecina Portugal, solo dos semanas después de Eurovisión, los claveles simbolizan la revuelta democrática.

La actuación, espectacular, de Peret

El contexto es importante porque Peret acaba yendo a Eurovisión forzado y medio a regañadientes. El régimen lo elige y lo aprieta cuando el rumbero quiere esquivar el compromiso. Las autoridades juegan la carta de la mili que no ha hecho: Peret representará a Radio Televisión Española en Brighton tanto si quiere como si no quiere.

Peret Reyes, Joanet Calabuch, Toni Valentí, junto con la Selva y la Payoya lo acompañan en escena a él y a la guitarra. En aquella época la música se interpretaba en directo, no como ahora. Peret, del que circulan reportajes llenos de divertidos de aquellos días en Brighton, innova con un micrófono en el pecho, donde brilla una corbata llamativa. De aquella interpretación se ha hablado mucho. Automáticamente 'Canta y sé feliz' se convirtió en un éxito de aquellos años y acabaría siendo para siempre una de sus canciones más queridas. Una anécdota menos conocida es que fue precisamente aquel día, en Eurovisión, que Peret lució por primera vez en su vida una peluca.

Peret, ¿víctima de un boicot? Décadas más tarde, en 2009, Peret explicó a EFE que creía que la ejecución de Puig Antich había influenciado en que muchas delegaciones "boicotearan" a España. "No quiero decir que ABBA no ganara justamente, porque lo hizo. Traían un estilo muy nuevo y un aspecto muy moderno, pero a mí me perjudicó el clima político del momento. En aquel momento ni siquiera me veía con ganas de participar en esto", opinaba el cantante.

Con placa pero sin calle

Su carrera continuó brillando con una serie de éxitos que consolidaron su posición como Rey de la Rumba. En Mataró tiene una placa en la calle de la Palma pero aún ningún nombre de calle o equipamiento. Un olvido para toda una leyenda, el mataronense más universal de todos, nacido en los corrales y que descansa también eternamente en la capital del Maresme de la que siempre se sintió parte.

El videoclip de la canción, muy bien de otra época

 

Peret fue el gran popularizador de una rumba catalana que nació, según cantaba el Gato Pérez en su célebre 'El Ventilador', con "cuatro modernos y dos viejos sabrosones", que "juntaron rumba y flamenco y le dieron nuevo sabor al ritmo de los gitanos del Somorrostro hasta Mataró".

Y un día de abril de 1974 llegó a Eurovisión. No ganó, pero el mensaje de un personaje elegante, único y persuasivo caló para siempre: seamos felices.

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