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Vídeo: 34 litros bien llovidos y el Callao se queda sin playa

Mataró vive un sábado muy lluvioso pero sin aguaceros que compliquen rieras o inundaciones

Hacía mucho tiempo que no se vivía un día de tanta lluvia y tan bien empapado. Este comentario cotidiano es seguramente el más extendido del fin de semana después de vivir una jornada de sábado con muy pocas horas sin gotas cayendo del cielo y, en cambio, con prácticamente ningún episodio de aguacero. Fue lloviendo y el registro final es de 34 litros por metro cuadrado. Ya son 42 con lo que llevamos de mes y 78 en tres meses de 2024.

El episodio de lluvias fue generoso en toda Cataluña, que sigue en emergencia por sequía en las cuencas internas. Mucha nieve y mucha lluvia, llegando a 100 litros en algún punto de Osona y por encima de los 40 mm en la mayor parte del noreste.

El Callao, el más afectado por el temporal

El episodio de lluvias también ha tenido réplica con mala mar y un temporal que, como es lógico y pasa siempre, se ensaña con las playas maresmeñas. En este sentido y a nivel mataronense hace semanas que la playa del Callao, la segunda más grande de las mataroninas, ve cómo su línea retrocede y en los últimos tres días lo ha hecho aún más. El mar ha ido rasgando e impactando hasta engullir más de la mitad de la arena que solía tener esta playa, superando el popular 'escalón' que se genera y llegando a mostrar los cimientos de construcciones de servicios como papeleras o puntos de salvamento. La arena que falta en el Callao, de hecho, sí que la acumula la playa siguiente en sentido norte, la de Sant Simó ya hacia Llavaneres.

Por el contrario, no se tuvieron que activar los cierres automáticos de pasos subterráneos ni se desbordaron los ríos. Incidencias y cambios de ubicación Siendo el sábado el día de más actividad social, deportiva y cultural, la lluvia constante provocó cambios y alteraciones en el día a día de diferentes entidades. Mientras el festival SororiArt, plato estrella de la programación del 8M Día de la Mujer Trabajadora encontró refugio en la pista polideportiva cubierta del Sidral, algunas instalaciones deportivas volvieron a ver aparecer las temidas y lamentablemente típicas goteras que alteraron el normal funcionamiento de los partidos y las competiciones. En el Teresa Maria Roca y nunca mejor dicho llueve sobre mojado.

Otros partidos como los de fútbol en los campos municipales se jugaron sobre céspedes artificiales totalmente empapados y con charcos, y eventos especiales como el de despedida de las campanas de Santa María se realizaron con toda la gente congregada bajo paraguas.

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