Capgròs
La desmotivación es el motivo principal del fracaso escolar de la mayoría de jóvenes que no obtienen el graduado escolar. Analizar el proceso de transición de estos jóvenes de la escuela al mundo laboral es el objetivo del estudio que ha realizado la consultora de Aleph por encargo del Instituto Municipal de Promoción Económica (IMPEM) y el Instituto Municipal de Educación (IME). La presentación del estudio esta mañana ha supuesto también el primer acto de la nueva presidenta de la IMPEM, Alícia Romero, que ha destacado la importancia de este estudio sobre un tema que ha banda de la IMPEM y la IME también se ha trabajado a juventud.
El estudio se ha realizado a través de 151 entrevistas telefónicas a jóvenes que han acabado la ESO y que no han obtenido el certificado, provenientes del IES Miquel Biada, de los programas de Garantía Social y de escuelas taller. Un 72,1% de los jóvenes entrevistados aseguran que han abandonado los estudios por desmotivación, el principal motivo por el fracaso escolar por ante otros problemas personales o relacionados con el instituto. Un 16% dice que querría tener otra oportunidad para acabar la ESO.
Los jóvenes también valoran positivamente la orientación académica y profesional que reciben al instituto. Aún así, el estudio apunta a la necesidad de implicar a los padres y madres y a la administración en esta orientación y por eso propone la creación de un sistema integrado de orientación profesional. De los encuestados, un 79% han continuado con su formación fuera de la escuela a través de los programas de formación ocupacional y de garantía social y sólo el 3,3% no ha iniciado ninguna actividad enfocada a la inserción en el mundo laboral.
Situación precaria
Según el estudio, la mayoría de jóvenes sin graduado que consiguen entrar al mundo laboral lo hacen gracias a amigos y contactos y sólo un 17,2% recurre a las oficinas de ocupación para buscar trabajo. Una característica común de estos jóvenes es que su inserción al mundo laboral es inestable y precaria. Por colectivos, las chicas jóvenes y los inmigrantes son los que se encuentran en una situación laboral más precaria y sólo hombres con la nacionalidad española consiguen cobrar un sueldo por encima del salario mínimo interprofesional.
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