Mariona Vivar

Un centro para todo el mundo

Sólo hace tres semanas que funciona, pero el nuevo centro cívico de la Tiesa ya se ha llenado de actividad

Después de quince años de reivindicaciones, los vecinos del barrio del Plan de en Boet ya tienen centro cívico, el más grande de la ciudad. El éxito del nuevo equipamiento quedó demostrado el pasado domingo, día 23. La sala de actas del centro quedó pequeña para acoger las más de 150 personas que reunió el baile de la Asociación de la Gente mayor del Plan de en Boet, entidad que tiene suyo al centro. Según su presidente, Luis Urzúa, el éxito de este primer acto demuestra la urgencia de este equipamiento.

El presidente de la Asociación de Vecinos del barrio, Adolfo Pérez, asegura que el nuevo espacio permitirá ampliar la oferta de actividades a la zona. Actualmente, el centro cívico, ya acoge los cursos de guitarra, country y teatro, que antes se hacían en la escuela Torre Llauder y el instituto del barrio. Entre las propuestas que la asociación tiene previsto iniciar el próximo trimestre, habrá desde ritmos latinos, hasta corte y confección, o fotografía digital. «Queremos que este sea un centro para el barrio pero abierto a todo el mundo», afirma Pérez.

Además de organizar estas actividades, la asociación también atiende las demandas de los vecinos de temas tan variados como los maltratos, la drogadicción, el alcoholismo, la vivienda, el mantenimiento de parques y jardines o la recogida de basura. Para ofrecer este servicio, Pérez considera que el despacho de 12 m2 que inicialmente tenía asignado para uso exclusivo de la entidad es demasiado pequeño. El Ayuntamiento ya se ha comprometido a ofrecer un despacho más grande porque se puedan atender correctamente los vecinos.

Un espacio para la gente mayor
La otra asociación del barrio que esperaba con candeletes la construcción del centro cívico era la Asociación de Gente mayor del Plan de en Boet, creada en junio pasado. Muchos de los usuarios del equipamiento son socios.

«Hoy es el primer día que vengo. Estoy contenta porque me queda muy cerca de casa y puedo venir a hacer la partideta de dominó», afirma Mercè Salaet. Para la Merced y otros socios de la entidad, el baile semanal con orquesta en vivo (que tiene un precio simbólico de dos euros) es el plato fuerte. «Los bailes de los domingos atraen mucha gente nueva, que antes no vendía», explica Manuel Montes, un habitual del centro.

Gracias a actividades como esta, y que el espacio del centro cívico hace posibles, el presidente de la Asociación de la Gente mayor, Luis Urzúa, prevé llegar a los mil socios antes de finales de año (actualmente tiene 300). Según Urzúa, la asociación quiere dar mucha importancia al mantenimiento físico de la gente mayor y por lo tanto, además de los cursos de catalán y de alfabetización que ya ofrecía, prevé incorporar la gimnasia pasiva y una escuela de baile para la gente mayor. «No hay nada peor que quedarse todo el día escarxofat en una silla», opina Urzúa, que asegura que la actividad física se hará con el control de un ATS.

Reservar las salas
Cualquier persona puede solicitar el uso de los espacios del centro cívico llenando un boletín a conserjería. En estas dos primeras semanas, el centro ya ha reservado algunas de las salas por una exposición itinerante sobre jóvenes y sexualidad, para celebrar asambleas generales de socios de entidades, para reuniones de partidos políticos, para charlas y sesiones informativas.

El edificio acoge, además, las dependencias municipales de la concejalía de Participación, los servicios de bienestar social del barrio y una oficina de atención ciudadana. Buena parte de la segunda planta y de la tercera todavía están pendientes de construir.

El regidor de Participación Ciudadana, Ivan Pera, explica que estos 510 m2 que todavía están pendientes de habilitar se destinarán a un uso cívico o a servicios municipales en función de la demanda que el centro genere. «Junto con las entidades del barrio, el centro cívico quiere ser un generador de dinamismo, una fábrica de ciudadanía que cree una cohesión social, muy necesaria en la sociedad actual», explica. Ahora el reto es llenar de vida y dar rescoldo a este edific: «Acabamos de arrancar y ahora esperamos funcionar como un motor diesel y al final recoger unos resultados, que no se verán de hoy por mañana», añade.

En cuanto al futuro del anterior centro cívico Alarona, este todavía es incierto. Los vecinos querrían que se destinara en un centro de juventud, pero Pera afirma que todavía se tiene que hacer un estudio para analizar las demandas reales del barrio y que no hay nada decidido.

Próximas actividades previstas
Para adultos: Cursos actuales: guitarra, country, teatro y percusión. Cursos a partir de abril: tai-txi, corte y confección, danza del vientre, informática básica, informático avance, gimnasia de mantenimiento, ritmos latinos, fotografía digital, yoga e inglés para viajar.

Para la gente mayor: Cursos (empiezan el 20 de febrero): gimnasia pasiva, escuela de baile, catalán, alfabetización y aritmética, informática.
Cada domingo de 17-20h baile con orquesta en vivo.
Intercambios con casales de abuelos otras ciudades catalanas.
Salida de Carnestoltes a la Costa Brava.
Conferencias por la tercera edad.
Después Semana Santa: gimnasia acuática, petanca, cocina y pintura.

Polémica por el nombre de la plaza

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