Capgròs
El malestar entre los comerciantes de los mercados del centro es evidente. En la Plaza de Cuba, los tenderos han manifestado, recientemente, sus quejas por la actuación de las grúas municipales a la zona. Hasta hace poco había más permisibilitat pero desde hace un tiempo van a por nosotros, afirma indignada M. Rosa Bone. Según esta tendera del mercado, "a Cerdanyola ya no tienen estos problemas".
La plaza de Cuba es un zona de carga y descarga, en la cual el tiempo máximo de estacionamiento se limita a quince minutos. Esto dificulta el acceso de los clientes al mercado, puesto que las grúas se llevan los vehículos antes de que los consumidores tengan tiempos de realizar sus compras. La señora a quien se le lleva el coche la grúa no vuelve más a comprar en la plaza, comenta Bone. Según afirman los comerciantes, este hecho perjudica mucho las ventas y por este motivo quieren que el Ayuntamiento los aporte una solución que los sea más favorable. Sino se arreglan las cosas nos haremos sentir, asegura Bone.
La plaza Grande
El mercado de la plaza Grande es otro punto de conflicto entre los comerciantes del centro y el Ayuntamiento. Esto parece la ciudad prohibida, un mercado comercial no se puede cerrar de este modo, denuncia Maria Carme Mogas, tendera de la plaza, en referencia a las medidas de restricción del tránsito que tiene esta zona. Hay muy poco entendimiento hacia los comerciantes, añade su padre, Enric Mogas. Los tenderos explican que los consumidores se quejan de la dificultad de acceso al mercado y que esto también los hace perder clientela.
Los problemas no afectan sólo a los clientes sino que los proveedores también salen perjudicados: El día de Sant Jordi tuve que trucar a la policía porque los repartidores no podían ni parar los camiones para descargar, afirma M. Carme Mogas. Como la plaza de Cuba, los tenderos de la plaza Grande también esperan que el gobierno municipal atienda sus demandas con urgencia.
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