Sergi Morales
Sergi Morales

La mejora de la ocupación en Mataró

Artículo de opinión del segundo teniente de Alcalde y regidor de empresa del Ayuntamiento de Mataró sobre la situación laboral

Empezamos en 2022 con unos datos muy positivos en relación a la ocupación. Durante el año 2021 el paro a España se ha reducido en 782.232 personas, logrando niveles inferiores previos a la pandemia, y en el caso de Mataró , cerramos el año con una reducción del paro de 2.454 personas y con casi 10.000 personas que se han incorporado al trabajo después de haber sido afectados por expedientes de regulación temporal de la ocupación (ERTO). Hay que ir hasta julio de 2008 para encontrar una cifra más baja de parados a la ciudad, el que demuestra que las políticas generales lideradas por la ministra de Trabajo Yolanda Díaz y las acciones desarrolladas en clave local van en la dirección correcta.

Para analizar los datos con un poco de perspectiva, tenemos que recordar que nuestra ciudad ha sufrido varias crisis que lo han situado cómo una de las ciudades grandes de Cataluña con un nivel de paro más elevado. El interesante ahora es ver si esta distancia entre la tasa de paro de Mataró (ahora el 13 %) y la media de Cataluña (10,44 %) se va ampliando o se va reduciendo. El que podemos ver hasta ahora es que esta tendencia se va reduciendo. Si iniciábamos el mandato con un diferencial de 3 puntos, ahora mismo este se ha reducido a 2,5 puntos. Esto nos permite ser moderadamente optimistas de cara al futuro.

Hace falta también posar en valor que gracias a los ERTOS se han podido salvar miles de puestos de trabajo y empresas de nuestro país y de nuestra ciudad. Se ha demostrado cómo es posible hacer política de otro manera y cómo, a diferencia de los gobiernos anteriores de derechas que aprovecharon situaciones de crisis anterior para recortar derechos y empeorar las condiciones de vida de los trabajadores, se pueden hacer políticas para proteger las personas y que no vayan en detrimento de las empresas y la economía.

En este sentido, finalizamos en 2021 con otro elemento central si hablamos de la mejora de las condiciones de vida de las personas trabajadoras y este es sin duda la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Desde el año 2019, el SMI se ha incrementado 229 euros, hasta los 965 euros, un 31 %, la mayor subida en la serie histórica, gracias al impulso de la actual ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Subir el SMI ha sido una medida clave para asegurar que las personas con rentas más bajas puedan recuperar mica en mica el poder adquisitivo perdido en los años anteriores, y por lo tanto para reducir la desigualdad, y que además tiene un impacto positivo en el consumo. Las personas con rentas más bajas, con menos capacidad de ahorro, destinan la totalidad de sus ingresos al consumo y esto hace crecer nuestra economía al mismo tiempo que reduce el riesgo de pobreza. Un objetivo imprescindible, para reducir el número de personas que, a pesar de tener un trabajo, continúan en riesgo de pobreza, especialmente a nuestros barrios. A día de hoy, todos aquellos supuestos expertos que pronosticaban un aumento del paro y un empeoramiento de los datos económicos todavía no han reconocido el error en sus pronósticos, que sin duda eran interesados y sin ningún tipo de rigor ni cimiento.

El segundo elemento en clave de futuro es la reforma laboral fruto del acuerdo del gobierno español con la patronal y los sindicatos, a pesar de las resistencias iniciales del PSOE, y que nuevamente ha sido posible gracias al esfuerzo y el trabajo de Yolanda Díaz y su equipo. Un acuerdo que, a pesar de ser mejorable (cómo todo acuerdo en el que las partes tienen que ceder para encontrar un punto común), marca un punto de inflexión en la recuperación de los derechos de los trabajadores y trabajadoras de nuestro país después de décadas de retrocesos, especialmente positivo para reducir los índices de temporalidad de los colectivos más afectados: jóvenes y las mujeres, y que además, lo hace de forma consensuada para garantizar la continuidad de estos acuerdos a futuro. La concertación social siempre es una garantía de continuidad y una forma de hacer política de la cual también Mataró es un claro ejemplo.

Tenemos, además, elementos para ser optimistas de cara al futuro en clave local. Proyectos cómo la mejora de nuestros polígonos, el impulso del sector agrario de las Cinco Sènies, la apuesta para ser referentes en el ámbito de la economía circular, la transformación sostenible del sector textil, el parque empresarial y tecnológico del Tecnocampus, el desarrollo del sectores de las curas y la formación y una nueva estrategia para posar el mar y el puerto en valor facilitarán a buen seguro la recuperación económica de nuestra ciudad a medio y largo plazo.

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