J.S/M

Reaparece el cuadro de Montaña sobre el degüello de Sant Cugat

Esta obra, supuestamente destruida en la iglesia de Santa Maria de Mataró durante la Guerra Civil, actualmente se puede ver en el Ayuntamiento del Masnou

Desde hace unos meses al Salón de Sesiones del Ayuntamiento del Masnou cuelga un nuevo cuadro, Degüello de Sant Cugat, atribuido al artista Pere Pau Montaña y Plazoleta (Barcelona 1749-1803). Así consta en la ficha artística de la restauración de la pinacoteca de la Casa de Cultura de esta localidad.

Este hecho habría pasado inadvertido sino fuera que, según Joan Francesc Clariana, miembro del Grupo de Historia del Casal, la misma obra en formato monumental fue quemada en el primer año de la Guerra Civil a la Basílica de Santa Maria de Mataró.

La historia de este cuadro se inicia en el último tercio del siglo XVIII, cuando los responsables de Santa Maria encargan a Pere Pau Montaña la execusió de cuatro cuadros emb escenas de la vida y el martirio de las patronas de Mataró, Santa Juliana y Semproniana. Según los historiadores Marià Ribas y Maria Dulce Ribas, el artista, afectado por una grave enfermedad, no pudo cumplir el encargo porque moría el 3 de noviembre de 1803 sin acabar el cuadro protagonista de esta historia, el cual tenía que plasmar el degüello de Sant Cugat.

Ante este fin inesperado, Joan Giralt, yerno del artista difunto y quien ya había colaborado otras veces con Montaña, decidía acabar el cuadro. Esta decisión se constataba en 1910, cuando en una exposición celebrada en Barcelona aparecía una acuarela de Giralt como estudio del tema de la pintura de Santa Maria, aunque hoy en día todavía no se puede asegurar que se trata concretamente del mismo cuadro. Así, un año después de la muerte de Montaña, los cuatro cuadros eran admirados por los mataronins. Pero la desgracia de esta pieza continuaba. El año 1936, la obra no se salvaba de la destrucción de la basílica. El 1970 el artista local Jordi Arenas, pintaba otro del mismo motivo temático y pareciendo composición inspirándose en una fotografía en blanco y negro del antiguo cuadro con el objetivo de complementar el conjunto pictórico.

A diferencia del cuadro antiguo de Mataró creado por Joan Giralt, el del Masnou tiene unas dismensions bastante más reducidas (98,5x77cm). Por este motivo, Joan Francesc Clariana, en una ficha publicada al último número de la revista Felibrejada del Grupo de Historia del Casal, apunta que podría tratarse de un bosqueig realizado para que los responsables del encargo le dieran el visto y aprobado o bien podría tratarse de un tipo de instrucción póstuma consciente que él no podría acabar la obra.

El cuadro del Masnou

Según la ficha artística de este cuadro depositada a la pinacoteca de la Casa de Cultura del Masnou, este aceite sobre tela de lino, fue dado a esta institución por Emilio José Sala en 1969. Aparte de esta obra, el barcelonés también daba al Masnou, justo cuando acababa de abrir el Museo Municipal de Náutica, una importante colección de piezas, puesto que su mujer estaba relacionada con los circuitos artísticos catalanes. Desde entonces, la institución no ha dudado nunca de la autencitat del cuadro atribuido a Pere Pau Montaña, a pesar de nunca se ha hecho ninguna gestión para verificarla. El año 2001, antes de ser colgado en la Sala de Plenos de la casa consistorial, el cuadro era restaurado por Maite Toneu.

El cuadro sigue una composición barroca con una escena central donde se desarrolla la acción del martirio. Más arriba, en el lado derecho se ve la representación del tribunal o autoridad romana presenciando la ejecución y, en el ángulo inferior derecho, hay las Santas Juliana y Semproniana. Además, en el centro superior del cuadro se ven un conjunto de ángeles en una nube. El artista plasma justamente la escena previa a la execusió para evitar imágenes sanginàries, relevantes en otros momentos de la historia del arte y de la propia producción de Pere Pau Montaña.

El artista

Pere Pau Montaña y Plazoleta fue discípulo de Josep Lanas y director de la Escuela de Nobles Artes de Barcelona. De su producción pictórica religiosa se conocen pocas cosas, aparte de los cuadros de Mataró y el esbos del Masnou, sólo se le adjudican unos cuadros al altar del Sacramento a la Basílica de la Merced de Barcelona. Particularmente, el legado artístico de Montaña lo encontramos distribuido en diferentes edificios nobles de la geografía catalana, sobre todo a la capital catalana. Por ejemplo, hay murales de Montaña al Palacio Palmerola o Casa del Conde de Fonollar de la calle Portaferrissa de Barcelona, a Palau Bofarull de Reus, al actual edificio del Gobierno Civil de Barcelona, en la Llotja de Barcelona o a la casa del fabricante de indianes Pau Ramon, al chaflán del calles Santo Pau y Santo Cosme también de Barcelona.

Archivado en:

Comentarios