llevada opinión Enric Gonzalez Pensar globalmente, actuar localmente
llevada opinión Enric Gonzalez Pensar globalmente, actuar localmente

Enric González Gonzalo

Pensar globalmente, actuar localmente

El activista climático Enric González Gonzalo defiende una transición ecológica socialmente justa y democrática por Mataró

Gestión de residuos, energía, agua, sobreproducción, movilidad, pobreza energética, sobreconsum, contaminación, transición energética, erosión de tierras, temporales, escasez de agua, pérdida de biodiversidad, acidificación, desigualdad... Dios- -do! Todos estos términos nos pueden venir al cabo cuando hablamos de sostenibilidad y del medio ambiente.

Durante los últimos años se ha hablado del tema, la crisis climática y el cambio climático ha estado a la agenda política y mediática porque así lo han provocado los movimientos climáticos cómo Fridays For Future o Extinction Rebellion. La crisis climática la tenemos conviviendo con nosotros y tenemos que conseguir mitigarla y adaptar las ciudades a las nuevas condiciones.

Las ciudades juegan un papel clave a la vez de hablar de la crisis climática y para los mataronins y mataronines Mataró es nuestra protagonista. El año pasado, las ciudades acumulaban el 56,61 % de la población mundial y se cree que llegarán a acumular el 68 % de la población para el 2050. Con esto se puede deducir que las ciudades tienen una necesidad mucho más alta de transporte, actividades comerciales, infraestructura, energía, agua y un largo etcétera de actividades para hacer funcionar una ciudad. Tanto es así que las ciudades son las principales responsables del consumo energético y emisiones puesto que consumen el 75 % de la energía primaria mundial y con sus actividades se emite alrededor del 50-60 % de las emisiones de gas de efecto invernadero. Todo esto sin hablar de la generación de residuos y otros impactos ambientales de las ciudades.

Pero no solo tenemos que fijarnos en esta dicotomía de mundo urbano-mundo rural. Las diferencias de impacto ambiental también se ven reflejadas en la desigualdad de capital. El 1 % más rico del planeta contamina casi el doble que el 50 % más pobre.

Teniendo en cuenta este pretexto, cualquiera puede pensar que esto no tiene remedio, que hay muchas contradicciones y puntos negativos y que se escapa de nuestro alcance. Individualmente, quizás sí que es cierto, pero colectivamente se pueden hacer muchas cosas.

Cuando se habla de transición, ya sea energética o ecológica en general, esta tiene que ser justa socialmente. Las ciudades tienen que hacer su parte de esfuerzo para llevar a cabo apuestas valientes y ambiciosas consultadas con la ciudadanía. Cuando las medidas políticas fallan o se quedan cortas queda la fuerza de la gente y el sentido común.

Un método que se está llevando a cabo a diferentes niveles y en diferentes países, que bien se podría hacer a Mataró, sueño las asambleas ciudadanas donde se pueden consultar temas relacionados con el cambio climático a la población mataronina y así hacer de las medidas una acción conjunta, consensuada y democrática. Por ejemplo, así lo han hecho los vecinos franceses y británicos para tratar el cambio climático y los irlandeses para tratar también el tema del aborto. Pero no hay que mirar en el extranjero, aquí a España se está llevando a cabo la Asamblea Ciudadana para el Clima con algunos errores cómo que las recomendaciones no sean vinculantes...

Esta democratización de los procesos no solo haría efectivas algunas decisiones importantes y daría empujón a otras decisiones que quedaban escondidas, sino que mejoraría ya grandes proyectos cómo el parque circular Mataró-Maresme, comunidades energéticas, anilla ciclista, peatonalización de la ciudad, ... De este modo, la gente de Mataró hará una Mataró conjuntamente y con sentido común.

Por una transición ecológica socialmente justa y democrática.

 

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