Òscar Fernández

Nel·lo apuesta por los Planes Territoriales para limitar el crecimiento urbanístico

El Maresme se dividirá en cuatro grandes zonas de actuación territorial: Bajo Maresme, Mataró y cercanías, Calella y Tordera

Los Planes Territoriales, instrumentos de planificación supralocal previstos desde 1983 pero que no han sido desarrollados, serán el mejor recurso para ordenar el territorio ante el crecimiento urbanístico que en los próximos años experimentarán los doscientos municipios del área metropolitana de Barcelona. Esta fue la propuesta que defendió ayer el secretario para la Planificación Territorial de la Generalitat, Oriol Nel·lo, en la conferencia sobre “El desarrollo urbanístico de la región metropolitana” que pronunció a Can Palacete.

En esta ordenación el Maresme, comarca que queda comprendida dentro del Plan Territorial Metropolitano, se dividiría en cuatro grandes zonas de actuación urbanística: el Bajo Maresme, la riera de Argentona (Mataró y cercanías), Calella y Tordera. Precisamente este último municipio será el que, junto con otros de características similares, limitarán la próxima corona metropolitana de la capital catalana.

Los respectivos Planes Territoriales, además, especificarán las actuaciones a llevar a cabo en tres ámbitos urbanísticos concretos: los espacios abiertos, las infraestructuras y los espacios para ser urbanizados. En este sentido, Nel·lo se mostró partidario de preservar los espacios naturales, apostar por el transporte público y de controlar el número de segundas residencias.

Un crecimiento controlado
Según Nel·lo, la Generalitat aplicará en los próximos años políticas públicas para controlar el crecimiento urbanístico. Estas directrices seguirán tres ejes principales que harán frente a problemas concretos. En cuanto a la progresiva urbanización del suelo, el secretario propuso compacitat, es decir, un crecimiento urbanístico con una densidad “raonadament elevada”. El peligro de especialización (turístico, industrial, etc.) es otro de los fantasmas que amenaçen una progresión equilibrada del desarrollo urbano, según explicó. Ante este problema Nel·lo pide diversificar los usos de cada área para aumentar la calidad de vida. Por último la Generalitat intentará combatir la insolidaridad social con políticas de cohesión.

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