Los muertos de Iluro salen de debajo la calle de Sant Josep

"Es un entierro romano", explican los arqueólogos

Las obras de renovación de la calle de Sant Josep de Mataró han hecho emerger restos arqueológicos importantes. Si en un primer momento se atacó, excavar y documentar el encontrado en la parte central de la calle (lo de la Muralla) en las últimas semanas se está trabajando a la parte más próxima a la Riera y allá han aparecido, cómo de hecho ya se sabía, la necrópolis de la ciudad romana de Iluro. La semana pasada se encontró un esqueleto entero. Los muertos de los antepasados romanos de los actuales mataronins salen de bajo tierra a la calle que se tiene que renovar por completo.

Que aparecieran muertos de la época romana no puede ser considerado en ningún caso una sorpresa. El proyecto ya lo contemplaba dada la proximidad de la zona con la necrópolis que apareció años atrás a laRiera , a la altura de la tienda Casas, delante por ante el Ayuntamiento. El proyecto de renovación de Sant Josep contempla los trabajos arqueológicos y el hallazgo de restos humanos.

Un esqueleto entero

El que es más singular es que dentro de los trabajos arqueológicos se encontrara un esqueleto entero en una zona en la que ya se ha trabajado anteriormente. Pasó la semana pasada delante por ante la tienda Momo. Explica el Ayuntamiento que "el esqueleto forma parte de un entierro de la necrópolis de Iluro y que se ha encontrado en fuerza mal estado de conservación. Es un individuo adulto, desconocemos todavía el sexo, pero lo sabremos con los estudios antropológicos que también determinarán edad, tipo de alimentación, patologías que sufrió".

El que sí que ya avanzan los arqueólogos es que es un entierro romano "por el tipo de caja hecha solo con agujero a tierra y enmarcada con piedras y porque se ha encontrado a la salida de la antigua Iluro, donde se sabe que había la necrópolis".

Los diferentes hallazgos de bajo la calle de Sant Josep se documentan e inventarían en el marco del yacimiento arqueológico de la antigua Iluro que, cómo se conoce, se esconde bajo buena parte del actual Centro de Mataró.