M.Cuello

Milà visita Habitàclia 2004 bajo gritos d’ “especulador”

El consejero anuncia que el gobierno obligará a aplicar normas de sostenibilidad a la construcción

El Consejero de Medio ambiente y Vivienda de la Generalitat de Cataluña, Salvador Milà, inauguró ayer en Mataró la Feria Habitàclia 2004 bajo una lluvia de silbatos y gritos de “especulador”. Un año más, un grupo de jóvenes de la ciudad, quiso hacer sentir su voz en esta feria denunciando la destrucción del medio por una construcción descontrolada, el difícil acceso a la vivienda y el aumento del precio de los pisos. A pesar de la cridoria, Milà visitó toda la feria del sector de la vivienda del Maresme, que se puede ver al recinto Ferial del Nuevo Parque Central todo este fin de semana.

Además, por la tarde, el consejero también participó a la clausura de la asamblea ordinaria de socios de la Asociación de Professiomals de las Energías Renovables de Cataluña (APERCA), que tuvo lugar en la Biblioteca Pompeu Fabra. En este espacio el mataroní anunció que la Generalitat, a partir del nuevo Plan de la Vivienda que se aprobará de aquí cinco meses, obligará a los constructores a aplicar medidas sostenibles en sus viviendas y a pasar una serie de controles de seguritat periódicos para evitar su desuso y su mantenimiento.

Milà también aprovechó el primer encuentro directo con los profesionales del sector para recordarlos y prometerlos los compromisos en materia de sostenibilidad que ha acordado el gobierno tripartito. El consejero explicó que a partir del próximo año la voluntad de la Generalitat es lograr que un 12% de la energía producida a nuestro país sea renovable, llegar a la cifra de 8000 techos solares, abrir varias centrales de biomasa y fundar el Instituto Catalán de Investigación Ambiental, el principal referente cintífic del sector.

Finalmente, también anunció la potenciación de la producción de energía eólica, con la cual topan paradoxalmente con los defensores del paisaje. Todo esto con la voluntad que el país llegue a los mínimos establecidos en política de medio ambiente por el Protocolo de Kyoto, del cual ahora nos encontramos completamente alejados.

Por su parte, los socios de APERCA denunciaron la carencia de subvenciones que recibe por parte de la Generalitat. Aquí Milà, sí tuvo que pedir un poco de paciencia y solamente pudo asegurar que el poco dinero que se dispossin serán muy repartidos.

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