F. Castanyer

Medidas en contra de los 'fitipaldis' urbanos

El Ayuntamiento ha instalado quince bandas reductoras de velocidad a varias calles de la ciudad

Un grupo de vecinos de la calle de La Coma se reunieron hace unos meses para encontrar soluciones en el problema del tránsito rodado. "Es una calle que hace subida y los coches cogen unas velocidades de miedo. Esto provoca ruido, humo y sensación de peligro", comenta una de las vecinas, Maria Teresa Altés. A través de una pequeña comisión los vecinos se pusieron en contacto con los regidores Joan Antoni Baron, responsable de Obras, Servicios y Mantenimiento y con Fermí Manchado, consejero de Movilidad. El Ayuntamiento puso hilo a la aguja y esta semana, después de unos meses de espera, los vecinos han observado cómo se han colocado dos bandas reductoras en el principio y al final de la calle.

"Estamos satisfechos, pero estamos observando la actitud de los conductores", comenta Altés. Varios vecinos han comprobado como alguna motocicleta opta pasar por encima la acera para ahorrarse la sacudida de la banda reductora. "Comportamientos como este se tienen que perseguir, porque sino será peor el remedio que la enfermedad", comenta Altés.

Al margen de las dos bandas de la calle de La Coma, el Servicio de Movilidad está instalando otras reductoras de velocidad a la Ronda de Padre Jacinto Verdaguer a la altura de la calle de Jaume Comas (2); en la calle de Jaume Isern a la altura de la calle de Cataluña (1); en la calle del Montalt (1); en la calle del Berguedà; en la calle de Santo Bonaventura a la altura con la Bajada de En Massot (1); a la Ronda de Francesc Macià a la altura de la calle de Ciutat Freta (2) y al Camino real a la altura de la calle de Santo Valentí (2). Los trabajos son a cargo del emprendida Boro Señalizaciones, SL y tienen un presupuesto de 6.243 euros. La instalación de estas bandas se ha empezado a hacer a principios de semana y está previsto que duren un mes. Muchas de las bandas, que son de goma, se sitúan cerca de los pasos de peatones porque cuando los vehículos lleguen al paso ya hayan tenido que reducir la velocidad.

Además de estas bandas reductoras de velocidad, a la ciudad hay instalados 16 pasos de peatones de ressalt que tienen la misma finalidad: la reducción de la velocidad de los vehículos y aumentar la seguridad de los peatones, además de otra función que sería la de disminuir las dificultades a las personas con movilidad reducida.

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