Mataró tendrá una Oficina d’Vivienda que canalizará todos los servicios

Mataró dispondrá de aquí poco tiempo de una Oficina de Vivienda. Desde este centro se gestionarán todos los servicios que ofrece el nuevo Plan de Vivienda que acababa de aprobar el Departamento de Vivienda de la Generalitat de Cataluña y que ayer presentó en Mataró el consejero Salvador Milà. Esta oficina, que entrará en funcionamiento un golpe se haya firmado un convenio entre el Ayuntamiento y el gobierno municipal, reunirá servicios ya existentes en Mataró, como la bolsa de alquiler joven, y la aplicación a nivel local otros de nuevos, como por ejemplo una lista única de interesados en pisos de protección oficial.

Milà, ante un público implicado mayoritariamente en el sector, apuntó las prioridades de su departamento: ampliar el abanico de oferta de viviendas en Cataluña potenciando la vivienda de alquiler y de protección oficial, aplicar normas de sostenibilidad y movilidad en la construcción, nueva fiscalidad por la compra de pisos, negociar con el sector financiero, recuperar viviendas vacíos y potenciar la rehabilitación. El mataroní se mostró convencido que los cambios mejorarían el sector pero manifestó la limitación del gobierno para acabar con la inercia del aumento de los precios consecuencia del aumento de la demanda y de la especulación. “La única cosa que podemos hacer es diversificar la oferta y crear viviendas de protección por cada fase de la vida y potenciar nuevas modalidades”, este es el caso de los pisos con servicios compartidos, estos sí, de entre 35 y 40 m2.

En los casos de los pisos de protección oficial, la principal voluntad del gobierno tripartito es la no creación de guetos. “Apostamos porque no haya zonas pisos de protección oficial cómo si fueran guetos de inmigrantes, abuelos y jóvenes, porque queremos acabar con estas exclusiones”, manifestó el titular de Vivienda. Además, también se cambiarán los baremos porque todo el mundo pueda acceder, cuando menos formar parte de una nueva lista única de aspirantes a ocupar una vivienda de protección oficial.

Milà tampoco se ahorró críticas verso sus antecesores: “La política de planificación urbanística en este país los últimos años ha sido nefasta, hemos perdido quince años preciosos, en los cuales como mínimo se podían haber aprobado políticas fáciles, de aquellas que se publican al DOGC sin ningún coste económico”. Finalmente, el consejero consideró que la reurbanización del suelo por la construcción se había reconvertido sin tener en cuenta solares por equipamientos ni la conservación de los centros urbanos, convirtiendo las ciudades medias catalanas en “tortells”, vacías en el casco antiguo y saturadas en los barrios y a las periferias.