Más de 1.000 pancartas para reclamar seguridad en Mataró

Un total de 1.100 pancartas reclamante seguridad a Mataró se repartieron ayer viernes, día 24, entre vecinos, comerciantes y propietarios de negocios de Cerdanyola y otros puntos de la ciudad. Una iniciativa para protestar ante los problemas de inseguridad que sufre el municipio.

La iniciativa ha ido a cargo de Mataró Segura, un popular grupo de Facebook que se hace eco de las situaciones de inseguridad y los problemas de convivencia que se producen al municipio, una preocupación que se ha disparado a raíz del desconfinamiento el año pasado.

La confección de las pancartas, que rezan 'Basta ya! Por una Mataró segura' ha sido posible gracias a la colaboración desinteresada de la empresa Hermanos Pérez, que las ha imprimido gratuitamente. Ayer viernes se repartieron entre las personas que habían pedido tener una, superando el millar de interesados, que se congregaron siguiendo todas las medidas de seguridad en el entorno de la zona deportiva de Cerdanyola.

Los organizadores también decidieron, durante el reparto de ayer, posar una hucha para todos los que quisieran hacer una donación, con el fin de librarla a la empresa que se encargó de la estampación. El dinero recaudado se destinarán a los niños de una familia necesitada de la ciudad.

Según ha informado Mataró Segura, el gobierno municipal ha ofrecido a los organizadores de la iniciativa nombrar portavoces de cada barrio para trasladar los problemas de seguridad que se viven directamente en el Ayuntamiento, de cara a gestionarlos, tratarlos y buscar soluciones.

Según datos de los Mossos durante el primer semestre de 2021 los hechos delictivos se redujeron en un 11,7 % respecto al mismo periodo de 2019. Unos datos, pero, que contrastan con la creciente percepción de inseguridad a la ciudad, que se ha converit en uno de los grandes problemas de Mataró si se tiene en cuenta las quejas y denuncias ciudadanas y la popularidad de grupos a las redes sociales cómo Mataró Segura o Patrulla Vecinal. Hechos gravísimos cómo la agresión sexual en el barrio de Cerdanyola han agravado esta percepción.