La jornada sobre la TDT vaticina la muerte de la televisión local

La televisión local, tal y como la conocemos hoy en día, tiene los días contados. Esta es la idea principal que se gastó ayer de la jornada “La Televisión Digital Terrestre en Mataró y el Maresme”. Según la ley promulgada por el gobierno del PP, los entes locales se tendrán que adaptar a la nueva tecnología en 2006, actuando de este modo como conillets de indias. En su introducción, el periodista Pep Andreu, recordó que en el Maresme sólo habrá asignado un canal multiplex, es decir, un espacio digital donde sólo tienen cabida cuatro programas a la vegada, de los cuales tres tendrán que ser privados y uno de titularidad pública. Esta circunstancia plantea al horizonte la posibilidad del nacimiento de un nuevo tipo de televisión, la comarcal.

Por Miquel Bonastre, director de la Red de Televisiones Locales de Cataluña, la ley “condena las televisiones locales a emitir sin audiencia”, puesto que la venta de aparatos con capacidad de recibir la señal digital todavía es incipiente. El director de la Red se mostró partidario de atrasar el proceso al 2008, porque de este modo las televisiones locales dispondrían de más tiempo para adaptarse. De todos modos, el escenario que se está dibujando todavía plantea muchas dudas e interrogantes, llegando a producir una situación “incomprensible” para Bonastre.

Más contundente se mostró Josep Ma. Torrent, director general del Consorcio Local y Comarcal de Comunicación. “Si la ley se aplica tal y cómo está ahora, la televisión local desaparece” dijo. Torrente puso sobre la mesa un nuevo concepto, el de la televisión comarcal o de vegueria. Este nuevo panorama servirá para aclarar la saturación de televisiones que actualmente existe.

La desconfianza de las televisons locales
Las exposiciones de Torrente y Bonastre dieron lugar a un interesante debate en qué algunas de las televisiones locales de la comarca expresaron sus inquietudes hacia la nueva tecnología. Entre otros preocupaciones, los representantes locales preguntaron sobre cómo se regularía la producción, y si se acabaría produïnt la creación de un monopolio de las características de Mediapro. En su respuesta, Torrente, va desdramatitzar la situación, al afirmar que el nuevo escenario favorecería la creación de nuevas empresas y de nuevos puestos de trabajo.

Otra de los miedos que manifestaron los directores locales fue lo de los costes. La nueva tecnología digital supondrá un gasto que muchas emisoras locales no podrán afrontar con garantías. En este sentido, Torrente apostó por la col•laboració entre entes locales para adquirir los nuevos aparatos.