Vern Bueno

La FAVM apoya a los okupas desalojados de Can Maymí

La entidad vecinal se presentará como acusación particular en la denuncia presentada por los jóvenes desalojados por daños

La Federación de Asociaciones de Vecinos de Mataró (FAVM) ha mostrado hoy su apoyo a los jóvenes okupas que fueron desalojados de la antigua fábrica de Can Maymí el pasado 18 de febrero. Acompanayts por miembros del movimiento okupa, los representantes vecinales han denunciado, justo ante la antigua fábrica de la Calle Lepanto, las presuntas irregularidades que se produjeron durante el desalojo.

La FAVM se ha presentado como acusación particular en la denuncia por posible delito de daños presentada por los okupas, porque, tal y cómo ha asegurado el portavoz de la entidad, Jesús Nieto, “se vulneró un mandato judicial” al llevar a cabo el desalojo. Nieto ha recordado que el acto que dictó el juzgado de instrucción número 1 de Mataró el mismo 18 de febrero “sólo permitía la entrada al edificio para constatar la presencia de los jóvenes e identificarlos”. Aún así, la policía autonómica desalojó los jóvenes del edificio y no procedió a su identificación. “Se cometió una vulneración de la orden judicial y también de los derechos básicos de los okupas” ha señalado Nieto.

Según Nieto, la FAVM prefiere ”quedarse al margen del debate ciudadano sobre la causa okupa”, y se limita a darlos su apoyo porque “se produjeron irregularidades” en el proceso. Además, ha indicado que la acusación “no se dirige a nadie en particular” porque no saben “quién es realmente el responsable de la vulneración”, sino que se limita a “denunciar el hecho”.

Continúa el derribo
Por su parte, el representante del colectivo okupa, Blai Graña, ha dicho que se sigue trabajando en el derribo del edificio, a pesar de la existencia de otro mandato judicial, dictado por el juzgado de instrucción número 4 de Mataró una semana después del desalojo, que acordaba paralizar las obras a Can Maymí. El representante de los okupas ha recordado que en el interior del edificio todavía queda material que pertenece su colectivo, que no fue inventariado durante el desalojo, y que ahora corre peligro de “quedar sepultado bajo las ruinas” si se sigue con estas obras. Finalmente, Graña ha recordado que la denuncia que presentaron los okupas a principios de marzo está “paralizada” y que “siguen esperando” una respuesta, el que muestra, según su parecer, que la justicia “no es igual para todos”.

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