Capgròs
Durante estos últimos días han aparecido, en algunas calles de la ciudad, unas esquel·les colgadas a las paredes con la inscripción R.I.P.. El Casal de La Habana se ha muerto. La afligida Junta os comunica que el Ayuntamiento se ha desdicho y no cumple sus compromisos con la gente del barrio. Los carteles los ha colgado la asociación de vecinos Casal de La Habana como acto de protesta ante la poca consideración que, según dicen, ha tenido el gobierno municipal hacia las necesidades del barrio. Era un acto de protesta simpático que quería atraer la atención del ayuntamiento por nuestras necesidades, ha explicado la secretaria de la Asociación, Rosa Claro.
La Habana pide, desde hace más de seis años, nuevos equipamientos por el barrio y especialmente un casal para la gente mayor. El cambio de Junta que se produjo el año pasado y una encuesta difundida por la misma asociación que recogía las necesidades del barrio, dieron un nuevo impulso alas negociaciones con el ayuntamiento, que se comprometió a buscar un nuevo local para habilitar un espacio para la gente mayor. Después de descartar algunas opciones, se sugirió un local situado al Carmí Ral: Sabíamos que el Ayuntamiento estaba negociando el alquiler de un local situado al Camino real. A pesar de todo, el tiempo pasaba y vimos que no llegaban a un acuerdo. Fue a partir de aquí que decidimos tomar acciones, explica Claro.
Las protestas podríen haber tenido su efecto. Este jueves por la tarde la asociación de vecinos tenía previsto reunirse con el regidor de Bienestar Social, Oriol Batista. En esta reunión el gobierno muy probablemente tenía que anunciar que las negociaciones por el alquiler de un local están muy avanzadas y que el contrato se podría firmar la próxima semana.
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