Cristina Puig

L’examen definitivo

Un total de 187 jóvenes hacen los examens de selectividad en Mataró

“Yo creo que lo conseguiré”. Así de contundente se expresa Gianluigi Garofalo, uno de los 187 alumnos que este año se presentan a la Selectividad. Desde este lunes día 19 y hasta miércoles 21, el Instituto Miquel Biada es el escenario de las pruebas de acceso a la universidad para los estudiantes de ocho escuelas del Maresme, entre las cuales hay cinco de Mataró.

Son las diez y media y los chicos y chicas acaban de salir del primer examen, el de castellano. Aún así, a los pasillos no se ven demasiados nervios. “Me ha ido bien y además no es de los que más miedo me hace”, comenta Anna Campabadal, que no sabe todavía si conseguirá la nota suficiente para hacer arquitectura o biología. La Míriam Gonzàlez, que quiere ser programadora informática, también se muestra fuerza optimista: “los exámenes de hoy son asequibles, los más difíciles vendrán mañana”
A pesar de que domina el buen ambiente, algunos alumnos están decepcionados por cómo se los ha salido el examen. “La opción A era más fácil, no es justo que me haya tocado el otro”, se lamenta una chica ante su grupo de amigos. Hay también quién aprovecha el rato de descanso hasta el próximo examen, a las once, para trucar en casa para informar de cómo ha ido todo.

Los exámenes más temidos
Son las once menos cinco y los alumnos suben de nuevo a las clases, puesto que está a punto de empezar la prueba de catalán. Por adelantado, tienen todavía dos días de exámenes. Profesores y alumnos coinciden a señalar las matemáticas y la física como las dos pruebas que ven más complicadas. Amparo Tudela, profesora de matemáticas de la IES Ramon Turró, es consciente que las matemáticas "son una de las asignaturas que se los hace más miedo". Una estudiante, Sandra Roelas, que quiere cursar la carrera de biología, cree que a pesar de traerlo muy preparado, "la física y la química son las que veo más difícil”.

Buenos consejos
Junto a los estudiantes, los profesores siguen las pruebas, intentando animar sus alumnos y reducirlos los nervios . Mª Antònia Cobo, coordinadora de Bachillerato de la Escuela Meritxell, quiere convencer a los alumnos que lo más importante "es que se miren bien las preguntas. Las tienen que leer bien y ver todas las opciones que tienen”. Joan Miralles, presidente del tribunal de las pruebas, cree que el momento más crítico "es antes de empezar el primer examen. Los chicos y chicas no saben donde van y se cuando los encuentro más nerviosos”. Por Miralles, la regla básica para obtener buenos resultados “es que escriban el que saben. No se los aconsejo que escriban para escribir.”

Lee el artículo de Ricard Aymerich

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