Guirao: 'El ritmo del Plan Integral depende de las ayudas de la Generalitat'

La regidora responsable del Plan Integral de Cerdanyola, Quiti Guirao, reconoció jueves día 13 en el pleno del mes de enero que el ritmo de ejecución del Plan Integral de este barrio será inferior al que se querría si no hay las ayudas previstas de la Generalitat en el marco de la ley de barrios. Guirao respondía así a una pregunta del grupo municipal del PP que, después de lamentar la no concesión en el primer grupo de proyecto de la ayuda al barrio mataroní, pedía a Guirao hasta qué punto se podrían retardar los trabajos del Plan Integral. Convergència i Unió también presentó una pregunta en un sentido pareciendo donde se reclamaba acelerar los trabajos de participación a la hora de presentarse a la segunda convocatoria de la Ley de Barrios.

Guirao recordó que a la primera convocatoria se habían presentado 54 ciudades y que si Mataró no fue aceptada fue por el límite económico: “Tenemos confianza que en la segunda nos tocará”, aseguró. Igualmente, la regidora reveló que sólo una semana después de la no concesión los responsables municipales ya volvían a estar reunidos con la oficina técnica creada por la ley. La regidora apuntó que habrá que ser más osado a la hora de presentar los proyectos porque la mayoría de proyectos de la primera convocatoria recibirán entre el 50 y el 75 por ciento de la cantidad pedida.

En este punto tuvo lugar también un pequeño rifirrafe entre gobierno y oposición porque Paulí Mojedano (PP) y Joaquim Fernàndez (CiU) recriminaban al tripartito de izquierdas que no sapigués aprovechar la existencia de administraciones amigas al gobierno de la Generalitat. Guirao respondió apuntando que la convocatoria de las ayudas está absolutamente reglamentada y que por lo tanto no tenía demasiado sentido hablar de administraciones amigas. El alcalde Joan Antoni Baron también intervino en el debate recordando que en sus declaraciones a la revista Mataró Report, a las cuales Fernàndez había hecho referencia, sólo apuntaba que en estos momentos era más fácil interlocutar con los responsables de la Generalitat.