Òscar Fernández

El tren se perfila como la mejor opción para evitar el futuro caos circulatorio

El director de Puertos y Transportes, Jordi Julià, apuesta por el “Metro del Maresme” para descongestionar el tránsito entre Barcelona y la comarca.

Debido a su proximidad con Barcelona, el Maresme es una de las comarcas que sufre más problemas en sus infraestructuras de transporte. De hecho, la movilidad es una de las principales preocupaciones a solucionar por el Consejo Comarcal y los diversos alcaldes de la comarca. En su conferencia, celebrada ayer al atardecer a la Can Palacete, el Director de Puertos y Transportes de la Generalitat de Cataluña, Jordi Julià, analizó la red de transportes del Maresme y señaló sus principales puntos débiles.

La entrada en Barcelona, tanto por la N-II como por la C-32, se encuentra a las horas punta totalmente col•lapsada. Esto se debe de en buena parte a que el Maresme ha acontecido una comarca donde cada vez vive más gente que trabaja después en otras comarcas, especialmente el Barcelonés. Según un estudio efectuado por Julià, se espera que las entradas en la capital catalana en vehículo privado casi se doblen en los próximos años (de las 100.000 actuales a 180.000). Esta cifra se explicaría con el aumento de población (hasta un máximo del 50%), que sufrirá el Maresme en un futuro.

Dentro del mismo estudio, el uso transporte público tiene un suspenso, porque, en comparación con otras comarcas de características similares, en el Maresme todavía podría crèixer. En estos momentos, el uso se sitúa en un 9%, mientras que en el Vallés Occidental está en un 14% y en el Baix Llobregat en un 19%. La promoción del transporte público comportaría una mejora en el tránsito comarcal.

El tren, la mejor solución
Teniendo en cuenta este panorama de movilidad, el tren se perfila como el mejor recurso para minimizar los efectos del futuro caos circulatorio que se prevé entre el Bajo Maresme y la entrada de Barcelona. En concreto la propuesta de Julià es la de crear un “Metro del Maresme”, que se traduciría en la mejora del servicio de la línea C1 de cercanías de Renfe. Dentro del proyecto, Mataró tendría que contar con dos o tres estaciones más, situadas a la entrada y en el centro de la ciudad, puesto que el actual es del todo insuficiente. Estas actuaciones tendrían que acompañarse de un aumento de la inversión en unidades móviles. “El problema de la línea del Maresme es que faltan más trenes” aseguró Julià.

En la misma propuesta, Julià racomana el soterramiento del tren en otros puntos de la línea, como por ejemplo Santo Pol o Canet, nuevos horarios y el establecimiento de trenes semidirectes Mataró-Badalona. También se contempla la creación de un carril buzo similar al que ya existe en Madrid entre Montgat y Barcelona a la C-32. En cuanto a la N-II, actualmente bajo el control del Ministerio de Fomento, Julià aprovechó para reclamar la titularidad por la Generalitat.

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