El problema de los indigentes llega al pleno del Ayuntamiento

La polémica por la presencia de indigentes a la plaza Santa Anna llegó al pleno del pasado día 9 a través de las preguntas presentadas por CiU y el PP, que querían saber las acciones llevadas a cabo por el Gobierno.

El regidor de Sanidad, Oriol Batista, aseguró que era consciente que detrás el colectivo de indigentes “hay drams humanos y personales” y que por este es un tema que preocupa el gobierno. El regidor también va ex-pli-caro que desde su departamento se ha trabajado por coor-comer los servicios sociales y el cuerpo- de la policía local, así como se han hecho reuniones con los vecinos y comerciantes por trueno-bar una salida al problema. Además, explicó Batista, se ha in-crementat la presencia policial en la zona, sobre todo a las horas por la tarde-noche, y se ha intensificado el trabajo de mantenimiento y limpieza. En concreto, se ha limpiado el espacio de la escultura del San Sebastián y se han cambiado algunos bancos por sillas para evitar que los indigentes se estiren.

El regidor recalcó la complejidad del tema recordando que dentro del colectivo de los indigentes se pueden encontrar muchos perfiles diferentes, desde personas con enfermedades mentales y hasta problemas de alcoholismo y adicción a las drogres. Según Batista, este problema no es nuevo y recordó que ya en 2000 se había puesto en marcha un programa de atención a las personas sin techo. Mataró, añadió, fue de las primeras ciudades al disponer un centro de acogida. Este centro tiene una capacidad de 25 camas, siete de los cuales están en servicio de albergue para un máximo de tres noches. El gobierno municipal, pero, ha decidido suprimir el servicio de albergue para priorizar la acogida de los indigentes de la ciudad.

Por otro lado, el regidor de Seguridad y Prevención, Ramon Bassas, también intervino al pleno para explicar las medidas policiales que se habían llevado a cabo en relación a este tema. Bassas explicó que se han realizado un centenar de identificaciones pero advirtió que el ordenamiento jurídico pone límites. “El código penal impide hacer identificaciones y actuar en temas que no constituyen un delito”, explicó, y añadió que el poder judicial ya ha advertido de la improcedencia de detener e identificar estas personas.